
Una de las promesas electorales de Ramón Calderón, presidente del Real Madrid, fue asegurar que el equipo de baloncesto de la entidad blanca ingresaría en la NBA en el caso de que la liga de baloncesto más potente del planeta se extienda en los próximos años hacia Europa.
David Stern, máximo responsable de la competición norteamericana, ya ha admitido "la posibilidad de que cinco equipos europeos puedan entrar en la NBA si tienen pabellón preparado, pagan las tasas requeridas y tienen un propietario". Además, ambas partes ya han firmado un memorando que declara la intención de llegar a un acuerdo.
Un lujo de 600 millones...sólo el primer año
Pero ingresar en el selecto club de la NBA no le saldría nada barato al conjunto blanco, que se tendría que gastar, según cálculos del propio Ramón Calderón, alrededor de 600 millones de euros sólo el primer año. Mucho dinero, teniendo en cuenta que el presupuesto total del club merengue para la presente temporada no llega a 350 millones, de los que sólo 12 están destinados al baloncesto. Si los plazos se van cumpliendo, el fútbol pasaría a un segundo plano...
Los blancos deberían destinar alrededor de 400 millones en comprar una de las cinco franquicias que la NBA planea instaurar en Europa, y 100 millones más en construir un pabellón para al menos 18.000 espectadores. Ramón Calderón ya ha manifestado que las obras para construir un recinto de esa capacidad comenzarán este mismo año. Por último, los gastos puramente deportivos también están cifrados en otros 100 millones de euros si, como afirma el presidente del Real Madrid, se quiere construir un proyecto ganador a corto plazo, en el que se intentaría contar con todos los jugadores españoles que ahora juegan en algún equipo de la NBA: Gasol, Garbajosa, Sergio Rodríguez y Calderón.
'Draft' de expansión
Este extremo parece poco probable. En los últimos años, siempre que ha llegado una nueva franquicia a la NBA se ha utilizado la fórmula del draft de expansión, por el que todos los equipos declaran elegibles a los reservas habituales. Por si fuera poco, el conjunto merengue tendría que adquirir un avión privado o, como le ocurre a muchos de los equipos de la NBA, comprar acciones de alguna aerolínea de vuelos charter, para reducir el tremendo gasto que tendría que soportar en viajes transoceánicos.
El gran escollo para que el Real Madrid entre en la NBA sería, precisamente, el de los constantes y larguísimos viajes que implicaría el calendario. Calderón asegura que las cinco franquicias europeas estarán inscritas en la conferencia Este, para que los equipos estadounidenses puedan hacer giras por Europa de varios encuentros seguidos. Pero los conjuntos europeos sí tendrían que soportar numerosos vuelos transoceánicos de ida y vuelta, con el importante desgaste físico que ello conlleva.
Aceptar a cinco equipos europeos en la NBA -además del Madrid, Silvio Berlusconi también se ha interesado en comprar una franquicia para Milán- supondría una gigantesca revolución que obligaría a cambiar las normas. Lo primero que tendría que ocurrir es que la asamblea de los dueños de la NBA modificara los estatutos para admitir a los equipos europeos. Algo parecido ocurrió en 1995, cuando se permitió el ingreso en la liga de dos franquicias canadienses: Vancouver Grizzllies (se trasladó a Memphis en 2005 tras fracasar económica y deportivamente) y Toronto Raptors. Además, la peculiaridad jurídica del Real Madrid, que es propiedad de sus socios, también obligaría a un cambio de normas, puesto que el conjunto blanco no posee accionistas, como todas las franquicias estadounidenteses.