
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado este jueves que la creación de empleo será su objetivo "número uno" en el 2010 y pidió al Congreso un proyecto de ley que estimule las contrataciones. En el discurso sobre el estado de la Unión, Obama reiteró la importancia de llevar a cabo una reforma financiera "seria" y prevenir la "irresponsabilidad" que casi hundió la economía estadounidense.
"El empleo debe ser nuestro objetivo número uno en 2010 y por eso pido este año un proyecto de ley para la creación de nuevos trabajos", dijo Obama en el discurso del Estado de la Unión, en el que los presidentes marcan sus prioridades para el año entrante.
El desempleo asciende al 10% de la población actualmente en Estados Unidos, pero numerosos expertos creen que aumentará, pese a que la economía ha vuelto a crecer.
En el discurso, el presidente propuso usar 30.000 millones de dólares de las ayudas devueltas por Wall Street para que los bancos comunitarios, que son pequeñas entidades locales, extiendan más créditos a las empresas.
También propueso un incentivo fiscal para las empresas que realicen contrataciones o eleven los salarios y rebajas tributarias para fomentar la inversión.
Reforma financiera
En el discurso Obama reiteró la importancia de llevar a cabo una reforma financiera "seria" y prevenir la "irresponsabilidad" que casi hundió la economía estadounidense.
"No estoy interesado en castigar a los bancos, estoy interesado en proteger a nuestra economía", dijo el presidente.
Obama ha propuesto la imposición de un nuevo impuesto a las grandes entidades financieras, así como restricciones en sus operaciones, para disminuir el riesgo.
El presidente afirmó que si la ley de reforma financiera que apruebe el Congreso no es "una reforma real" no la firmará y pedirá otro proyecto a la Legislatura.
También pidió a los congresistas la aprobación de un proyecto de ley sobre energía y cambio climático que dé incentivos para la producción de biocombustibles y tecnología de carbón "limpio".
Déficit de confianza
Por su parte, Barack Obama, dijo hoy que su gobierno sufre "un déficit de confianza" de los ciudadanos. "Tenemos que reconocer que afrontamos algo más que un déficit de dólares ahora mismo. Afrontamos un déficit de confianza, dudas profundas y corrosivas que han crecido durante años sobre la forma en la que funciona Washington", afirmó Obama durante el discurso.
Además ha pedido más restricciones a las contribuciones que grupos de interés pueden dar a los políticos y más transparencia en sus contactos con ellos.
Y también ha instado al Congreso a aprobar una ley que restablezca los límites a las donaciones electorales que pueden hacer empresas y grupos de presión, que fueron eliminados recientemente por el Tribunal Supremo.
Obama ha reconocido que el país "afronta desafíos grandes y difíciles", y ha pedido la colaboración entre demócratas y republicanos para superarlos.
2009, un año muy difícil
El presidente ha admitido que 2009 "fue uno de los años más difíciles de nuestra historia", pero ha afirmado que nunca ha estado tan esperanzado como ahora sobre el futuro del país.
"Cuando termine de hablar hoy, más estadounidenses habrán perdido su seguro de salud. Millones de personas lo perderán este año. Nuestro déficit aumentará", ha señalado Obama.
"No abandonaré a esos estadounidenses y tampoco lo deben hacer las personas de esta Cámara", afirma, en referencia a los congresistas. "No abandonaré a esos estadounidenses y tampoco lo deben hacer las personas de esta Cámara", ha añadido, en referencia a los congresistas.