Alrededor de una treintena de trabajadores andaluces de la construcción se mantienen acampados desde el pasado viernes ante la sede en Madrid de la empresa Bruesa para reclamar el pago de "seis meses" que dicen les adeuda esta compañía.
MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El portavoz de los trabajadores afectados, Roberto Estepa, aseguró a Europa Press que las empresas "subcontratadas por Bruesa" para la construcción de viviendas en Gibraltar están en una situación crítica y muchas "van a tener que cerrar". "Llevamos seis meses sin cobrar y pretender con el dinero nuestro subsanar los errores que hayan podido tener", denunció.
Los trabajadores afectados se han manifestado en Gibraltar desde "el pasado lunes" y en Madrid "desde el viernes por la noche", al temer "la empresa presente hoy suspensión de pagos".
Mientras los manifestantes gritaban lemas contra la empresa, como 'Bruesa paga ya', su portavoz explicó que este grupo es dueño de "un equipo de baloncesto, una cadena de hoteles y de muchísimas obras". "Nosotros exigimos una cantidad muy pequeña" en comparación con "todos los millones que tienen", reclamó Estepa.
Los trabajadores piden que al menos la empresa se siente a negociar con ellos, y esperan que la intermediación de la Administración para que convenza a la empresa y negocie. "La única solución es cobrar, y si no hay solución tendremos que seguir hasta que nos paguen", advirtió Estepa.
Mientras, un trabajador contratado por Bruesa, Antonio Macías, se lamentó de que están protestando "desde el viernes aquí" y nadie les hace caso. "Nos quitan la casa, nos quitan el coche, las familias no comen y esto hay que arreglarlo como sea, porque esto va a llegar mucho más lejos", se quejó ante una situación que es "muy lamentable".
Según él, los impagos de la compañía presidida por Antonio Pinal, han provocado la "ruina total de 300 familias". Antonio subrayó que muchos de los trabajadores se enfrentan a un desahucio por impago de sus hipotecas "por culpa de empresario que sí tiene casa y seguro que muy buena".
En ese sentido, la trabajadora María José Sánchez señaló que están "al final" porque "si no pagan se quedarán "sin casas", sin comer, sin nada". Mientras que el dueño de la empresa, "habrá dormido tranquilo".
