
Quito, 15 ene (EFE).- Miles de trabajadores ecuatorianos participaron hoy en una manifestación en Quito contra la política salarial del Gobierno, que pretende unificar dos compensaciones anuales en el sueldo mensual, lo que no convence a los sindicatos.
La protesta, convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la mayor central obrera del país, congregó a miles de trabajadores de todo el país, quienes marcharon por las calles del centro de Quito y llegaron al Palacio de Gobierno, en el casco colonial, en todo momento custodiados por policías.
Mesías Tatamuez, uno de los máximos dirigentes del FUT, indicó que la movilización fue pacífica y que el propósito era ratificar la negativa obrera a la unificación de los denominados "décimo tercero" y "décimo cuarto" sueldos.
El "décimo tercer" sueldo se entrega en el periodo de apertura de los periodos lectivos en los establecimientos escolares, y el "décimo cuarto" en diciembre, durante las festividades navideñas.
El Gobierno ha propuesto unificar esas dos remuneraciones en los sueldos mensuales que reciben los trabajadores, pues asegura que, por ejemplo, en diciembre, cuando se paga el "décimo cuarto", la caja fiscal se ve presionada al tener que duplicar el monto destinado al pago de salarios de ese mes en el sector público.
No obstante, Tatamuez ratificó que esas remuneraciones han sido "conquistas laborales" alcanzadas en el pasado y que intentan "aliviar" la presión de gastos que los trabajadores deben hacer en esos dos periodos.
El líder sindical dijo que la protesta no debe ser entendida como una manifestación en contra del Gobierno, ya que para él, los trabajadores apoyarán "las cosas buenas" que realice el Ejecutivo.
Aunque no ocultó el apoyo sindical a la gestión del presidente del país, Rafael Correa, dijo que el FUT no respalda las últimas medidas salariales, que incluye el denominado "decreto 1701", que los trabajadores consideran atentatorio a la estabilidad laboral en el sector público.
Ese decreto pretende eliminar ciertos "privilegios excesivos" en la contratación colectiva de varias entidades del sector público, aunque los sindicatos señalan que es una medida indiscriminada que afectaría también a trabajadores de instituciones del Estado consideradas "pobres", como las de la salud y educación.
Sin embargo, Tatamuez precisó que la movilización no supone la eliminación del apoyo de sindicatos a la gestión del presidente, sino una advertencia para que corrija su política salarial.
"Los pueblos no perdonamos a los que realmente nos traicionan. Nosotros apoyaremos todo (...) lo positivo", remarcó Tatamuez, tras asegurar que los sindicatos no están "conspirando contra el régimen".
De su lado, Eduardo Valdez, de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres, dijo que la política salarial del Gobierno se ha alineado con el sector empresarial, que no desea usar parte de sus "grandes utilidades" para distribuirla a través de un real aumento salarial.
Para Valdez, lo que ha hecho el Gobierno es "congelar los salarios" y ha evitado afectar las utilidades de los patronos.
Los sindicalistas entregaron a varias autoridades del Gobierno un manifiesto, en el que plantearon sus demandas y en el que no descartan volver a las movilizaciones, si sus reclamos no son atendidos.
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