
Washington, 8 ene (EFE).- Estados Unidos destruyó 85.000 puestos de trabajo en diciembre de 2009, aunque la tasa de desempleo en el país no registró cambios frente al mes anterior y quedó situada en el 10 por ciento.
El consenso de analistas había pronosticado que el desempleo alcanzaría el 10,1 por ciento, casi sin cambios, pero anticipaba que se eliminaran tan solo 8.000 puestos de trabajo.
El hecho de que la tasa permaneciera estable pese a la pérdida de puestos de trabajo obedece a una reducción de la fuerza laboral e implica que más gente ha tirado la toalla y ha dejado de buscar trabajo con lo que el Gobierno no los cuenta ya entre los desempleados.
El Departamento de Trabajo publicó hoy también los datos revisados de octubre y noviembre.
Las cifras muestran que se crearon 4.000 puestos de trabajo en noviembre, el primer incremento en dos años, y que se perdieron 16.000 en octubre, más de lo que se había adelantado en un principio.
En la actualidad, más de 15 millones de estadounidenses carecen de trabajo, una cifra que sube a más de 17 millones si se cuenta a los que sólo tienen trabajo a tiempo parcial.
Cuando se incluye a las personas que han dejado de buscar empleo y a los que sólo tienen trabajo a media jornada, la tasa de desempleo alcanza el 17,3 por ciento, tan sólo una décima por debajo del nivel más alto en los últimos 16 años.
Las estadísticas muestran un panorama desalentador para los trabajadores estadounidenses.
En total, las empresas recortaron 4,2 millones de trabajos en el 2009, un año en el que la media de desempleo alcanzó el 9,3 por ciento, frente al 5,8 por ciento del 2008 y el 4,6 por ciento del año 2007.
La economía ha perdido más de ocho millones de puestos de trabajo desde que comenzó la recesión en diciembre del 2007.