
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) británico vuelve hoy al gravamen del 17,5 por ciento que tenía antes de la crisis después de que el Gobierno lo rebajara provisionalmente al 15 por ciento en noviembre del 2008 en un intento de reactivar el consumo.
Con el comienzo del nuevo año, el IVA recupera su anterior valor, lo que conllevará, a corto o medio plazo, un encarecimiento de los productos de venta al detalle.
El ministro británico de Economía, Alistair Darling, anunció la rebaja del impuesto indirecto en el presupuesto presentado el 24 de noviembre del año pasado, como medida para reanimar el comercio, que había sido muy golpeado por la crisis.
Ya entonces señaló que la medida era provisional y que acabaría en el 2010.
Los británicos se lanzan a las tiendas
La víspera de la entrada en vigor del aumento, miles de británicos visitaron los centros comerciales del país con la misión de adquirir bienes antes de que aumenten los precios a consecuencia del incremento fiscal.
Sin embargo, según el Consorcio británico de minoristas, es posible que algunas grandes empresas decidan asumir ellas mismas el aumento del IVA, sin reflejarlo en el coste de sus productos.
Por otra parte, la asociación ha alertado de que el ajuste de los precios, incluyendo la modificación de las etiquetas en las tiendas y cambios informáticos y de contabilidad, conllevará un gasto de unos cien millones de libras para la industria (112 millones de euros).
La rebaja temporal en un 2,5% del IVA, criticada en su momento por la oposición, que la consideraba innecesaria, le costó al Gobierno del Reino Unido dejar de ingresar unos 12.500 millones de libras (13.982 millones de euros).
El Consorcio advierte de que un hipotético futuro aumento del impuesto después de las elecciones generales previstas para mayo o junio del 2010 podría tener un efecto devastador para el sector.