
La situación económica actual hace presagiar que el próximo año 2010 seguirá sin presenciar el inicio de la recuperación económica de nuestro país. Las cuentas públicas que se mantienen en números rojos, el previsible estancamiento del consumo y los problemas derivados de las subidas de impuestos nos retrasarán respecto a otros países europeos, que sí reiniciarán el despegue. Algunos ya lo han hecho. Entre tanto, los problemas del sistema financiero español crecen.
La crisis en nuestro país pasará el año que viene de la actual fase de contracción a una nueva de estancamiento. Los males actuales de nuestra economía serán difíciles de paliar, y la situación requerirá de la tan ansiada reestructuración del sistema financiero. La turbulenta situación provocará que hasta finales de año, en el mejor de los casos, no presenciemos datos positivos de crecimiento interanual.
Entre los indicadores económicos -de las que da cuenta de ello el diario El Mundo- el único en el que se prevé un considerable crecimiento será en la exportación de bienes y servicios, algo que vendrá provocado por la mejora económica que vivirán otros países de nuestro entorno, como Francia o Alemania, con los que será necesario contar de cara a fortalecer, aunque sea de forma ligera, las cuentas de la nación. En este ámbito, el crecimiento interanual se espera que alcance datos positivos, cuando actualmente se sitúa (según el Gobierno) en el -16,2%.
La tasa de paro seguirá en caída libre
El empleo será uno de los principales 'caballos de batalla' del próximo año. Las previsiones apuntan a que seguirán destruyéndose puestos de trabajo, e incluso podrá superarse el 20% en la tasa de desempleo según los observadores más pesimistas.
Así las cosas, el Producto Interior Bruto de nuestro país seguirá en caída libre. Dependiendo de los analistas, la variación con respecto a este año estará entre el -0,3% (según las optimistas previsiones del Gobierno) y el -1,3%.
Con estas previsiones tan negativas, que se agravarán en el bolsillo de los españoles con la anunciada subida de impuestos, parece evidente que las tasas de consumo e inversión también se verán estancadas, situándose (siempre según la previsión del Gobierno, más optimista que las realizadas por empresas privadas) en un decrecimiento anual del -0,4% y -4,7% respectivamente.
Los indicadores están fundamentados en los análisis financieros de BBVA, Caixa de Cataluña, Caja Madrid, Cemex, Funcas, Repsol, Santander, FMI, OCDE, Banco de España y el Gobierno, entre otras instituciones y organismos. Los más positivos son los vaticinios del Ejecutivo.