Economía

El Ulster no lo ve claro: la división de sus políticos amenaza a la economía

Proximamente se deberá negociar con Londres la reducción de varios impuestos

londres. Las elecciones celebradas ayer en el Ulster son claves para que Irlanda del Norte no sólo recupere buena parte de su independencia de Londres, que perdió en octubre de 2002, sino también para que la marcha de su economía siga avanzando como lo ha hecho desde los acuerdos de paz de 1998.

Y para ello es necesario un rápido entendimiento entre el Sinn Fein y el Partido Democrático Unionista (DUP) para formar una coalición que gobierne de forma autónoma esta parte de la isla. Sus dirigentes -el proirlandés Gerry Adams y el probritánico Ian Pasley- deberán entenderse lo antes posible, ya que hay mucho dinero en juego que requiere de la unidad de ambos partidos frente a Londres.

Sin ir más lejos, la semana que viene la formación que salga del resultado obtenido en las urnas ayer deberá empezar a negociar con el ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, la partida que Londres les entregará para invertir en telecomunicaciones, transporte e infraestructuras.

También será necesaria la unión de cara a frenar el abultado impuesto del agua que les quiere cargar Londres, ya que la autonomía está interrumpida, y que supondrá un coste de 1.130 euros por familia al año. Y por último, también deberán negociar con Downing Street la reducción del impuesto corporativo para empresas extranjeras del 30 por ciento actual al 12,5 por ciento. Una disminución de la que ya goza la vecina Irlanda para atraer capital extranjero.

Buena marcha

Irlanda del Norte es una de las regiones británicas que más ha avanzado en los últimos años. Su economía ha crecido de forma constante entre el 2 y el 3 por ciento cada año durante la última década, superando al crecimiento del Reino Unido. "Este aumento se ha producido gracias a los acuerdos de paz de 1998, cuando se inició una campaña de atracción de capital extranjero, y también a la rebaja del coste de establecimiento de un negocio (por debajo del Reino Unido) y a las buenas oportunidades de mercado", señala Philip McConagh, responsable de PricewaterhouseCoopers (PwC) en el Norte de la isla.

Este crecimiento explica que pese a ser una de las regiones más jóvenes de Europa (el 60 por ciento de la población tiene menos de 20 años), el desempleo es del 4,3 por ciento frente al 5,5 por ciento del Reino Unido. Además posee uno de los índices de formación más altos: 1.500 graduados al año.

"Junto a las buenas condiciones para invertir, también ofrecemos calidad", señala el director de Inversiones Internacionales de la Oficina gubernamental de Inversiones extranjeras de Irlanda del Norte, Bill Scott. Esta oficina ofrece incentivos de hasta el 30 por ciento del coste de establecimiento de la empresa durante los primeros años.

Este hecho explica que un gran número de multinacionales norteamericanas estén presentes en la región -como Citygroup o Microsoft o la química Du Pont, entre otras- convirtiendo a EEUU en el principal inversor en la zona. En total, hay 687 empresas extranjeras en Irlanda del Norte que dan trabajo a 70.477 personas.

Retos

Pero, según apuntan muchos expertos, la economía norilandesa se enfrenta a distintos retos en los próximos años que necesitan de un gobierno fuerte. El principal es transformar la excesiva dependencia del sector público, que representa un 61 por ciento del PIB (en el Reino Unido es el 42 por ciento)

También está prevista la reducción del número de provincias de la región de 26 a 7, que obligará a "reciclar o redirigir al sector privado a miles de funcionarios", explica el responsable de desarrollo comercial de la Cámara de Comercio e Industria de Irlanda del Norte, Michael Hingston.

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