El puente de diciembre es algo parecido a lo que es el fin de semana de Acción de Gracias para los norteamericanos, en cuanto que piloto de las fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes sobre las expectativas del consumo y el sentimiento del mercado. En general, la preocupación sobre la evolución de la demanda relacionada con este periodo del año está justificada, con alguna mejor perspectiva en el turismo que en el comercio minorista.
El consumo sigue, como asegura el presidente de Copyme, Salvador Bellido, "sumido en la desconfianza, pero los políticos no colaboran con pedagogía para que los consumidores la recuperen".
Bellido cifra para este periódico la caída de ventas en el comercio madrileño en una media del 20% respecto del año pasado, con zonas muy castigadas, donde el retroceso puede alcanzar el 30%.
Ricardo Lage, secretario general de Cecoma, aporta una impresión algo más optimista, pero sobre todo, confía en que los días previos a las Navidades se active el consumo. En estas semanas previas lo más importante era la venta de regalos de empresa, afirma, y ahí si que se nota un bajón importante. A medida que se acerquen las fechas, lo tradicional es que se recuperen con más intensidad las ventas de los comercios minoristas.
Mejora el turismo
El turismo parece haber mejorado sus cifras. En el País Vasco, en el puente ha retornado la esperanza para los hoteleros y los restauradores. Han conseguido hacer caja, aunque tampoco, pero también sin exagerar.
A la espera de los datos oficiales, las primeras estimaciones apuntan a que en materia de hoteles y turismo rural se han superado las cifras de 2008 (que fue año de fuertes caídas), pero aún no llegan a rebasar las del fantástico 2007. Los datos de ocupación en agroturismo, según la asociación Nekatur, rondan el 53 por ciento de media, pero con dos fases bien diferenciadas, casi lleno durante el fin de semana, pero menor ocupación la segunda parte del puente. En hoteles pasó algo similar.
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BdE: Menor deterioro por el consumo y el turismo
