Economía

Los sindicatos contratan 650 autobuses y 32 trenes para traer a 50.000 personas a Madrid

Cándido Méndez, secretario general de UGT Foto. Archivo

A tan sólo dos días de la manifestación del día 12, todavía se están cerrando los últimos detalles de logística. CCOO y UGT han contratado 650 autobuses y unos 32 trenes con el fin de facilitar a unos 50.000 ciudadanos de fuera de Madrid, según previsiones de las organizaciones, acudir a la protesta. Pero la negociación con Renfe todavía no se ha cerrado, según afirma la compañía ferroviaria. Al final, el precio que han conseguido los sindicatos por el transporte es de 25 euros por plaza de autocar y 50 por cada billete de tren.

La marcha comenzará en la plaza de Atocha, pasará el Paseo del Prado, subirá la callé de Alcalá y concluirá en la Puerta de Alcalá. Allí, los secretarios generales Toxo y Méndez enunciarán cuáles son los límites que no podrán sobrepasar ni Gobierno ni patronal.

El lema sindical continúa siendo el mismo: Para que no se aprovechen de la crisis. Pero la respuesta a la pregunta de quién es el que se aprovecha, varía día a día.

En un primer momento, el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, afirmó que "la protesta es una llamada de atención a los empresarios para evitar que deterioren los derechos laborales". Sin embargo, unos días después rectificaron viendo el aluvión de críticas. El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, dio marcha atrás en la argumentación sindical y dijo que la manifestación no se va a realizar contra nadie.

Pero, ayer mismo, CCOO declaró a este diario que la movilización lleva un mensaje implícito dirigido a los empresarios. "Hay un sector empresarial que cree que sólo se saldrá de la crisis ajustando los costes del factor trabajo o bien salarios directamente o bien costes salariales indirectos como cotizaciones", aseguró el secretario general de Comunicación del sindicato, Fernando Lezcano.

Acción, a la espera del diálogo

En realidad, la protesta de más de 100.000 personas, según previsiones de las organizaciones, es una muestra de fuerza que los sindicatos quieren lanzar días antes de que se reanuden las negociaciones del diálogo social.

De hecho, las expectativas tanto de CCOO como de UGT son estar sentados en la mesa de negociaciones antes de fin de año. Y el objetivo es que "la gente perciba nuestra posición de forma nítida, vamos a hacer una visión pública de cuáles son nuestras reivindicaciones en las negociaciones", afirmó Lezcano, "porque luego una vez se inician las reuniones no se conoce el contenido de éstas".

Exigencias a Gobierno y patronal

Por otra parte, también es un aviso para la CEOE. Y es que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, exigió "un cambio de actitud a la patronal en relación con el empleo y la negociación colectiva". La solución para los sindicatos es salir de la crisis con un reparto de los costes por igual y no asumiendo recortes salariales. Por ello, presentaron una propuesta salarial para los tres próximos años, en la que los empleados admiten una moderación salarial a cambio de que los empresarios acepten un reinversión de los beneficios en empleo.

Asimismo, el Gobierno tampoco se salva de la protesta. Y una vez que la reforma laboral ya ha sido admitida incluso por el Ejecutivo, CCOO y UGT le recuerda los límites que no puede traspasar: los derechos laborales ya adquiridos.

Comisiones defiende que el Gobierno tiene que saber que no puede recurrir a un recorte en las políticas de protección social para ajustar el gasto. Y, en la misma línea, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, afirma que "los parados nos exigien una respuesta responsable ante la insuficiencia de las medidas de los poderes públicos".

Pero no todos los sindicatos están a favor. Para USO es incoherente firmar un pacto con la CEOE y manifestarse.

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