- Advierte de que si no se toman decisiones de forma inmediata el suministro puede peligrar a partir de 2020
MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
El presidente de IBERDROLA (IBE.MC) Ignacio Sánchez Galán, afirmó hoy que el sector eléctrico español precisa de inversiones por valor 110.000 millones de euros entre 2010 y 2030, una cifra que podría elevarse en hasta 35.000 millones de euros adicionales, si el Gobierno no mantiene el parque nuclear existente.
Sánchez Galán intervino hoy en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados, dentro de la Subcomisión de análisis de la estrategia energética española para los próximos 25 años. Allí expuso su visión del actual panorama energético y sus previsiones de futuro.
Al término de su comparecencia, en declaraciones a la prensa, Sánchez Galán explicó que para 2020, el suministro está asegurado con el mantenimiento de las centrales existentes –incluidas las nucleares- y en construcción, así como con la nueva capacidad renovable comprometida.
“Con las inversiones de nueva generación que se están realizando en este momento en energía tradicional, centrales de gas e hidráulicas de bombeo, y los 16.000 MW (megavatios) de renovables ya preasignados, no se precisa nueva potencia. Sin embargo, sí serán necesarias nuevas redes de distribución y transporte que hagan que esa energía sea trasladada desde los centros de producción a los de consumo, y nuevas interconexiones para que esa energía pueda salir de nuestro país en los momentos puntuales”. En concreto, cifró en 50.000 millones de euros la cantidad que el sector tendrá que invertir en la próxima década.
Para el escenario 2030 “sí son necesarias nuevas inversiones muy cuantiosas, por lo menos de 60.000 millones, suponiendo que todas las centrales nucleares existentes sigan funcionando en este periodo”. De no ser así, “serían necesarios 90.000 ó 95.000 millones de euros de nueva potencia”, apuntó, es decir, 30.000 ó 35.000 millones adicionales.
También serían necesarios, en este segundo escenario, “en torno a 18.000 MW nuevos de renovables, siempre y cuando las interconexiones con Europa estén operativas, y nuevas redes de transporte y distribución”.
Incidió en la “necesidad de que, detrás de cada energía renovable, haya una energía de soporte, para cuando no haya sol y no sople el viento” y aludió, en este sentido, a las centrales de gas, las cuales “requieren, dado que su funcionamiento es muy limitado en el número de horas, un tratamiento económico que las haga eficientes”.
DECISIÓN CLAVE
A juicio del presidente de Iberdrola, la decisión clave es optar por el cierre progresivo del parque nuclear o por mantener el peso de esta tecnología.
La opción de mantenimiento de las plantas nucleares existentes (siempre con las máximas garantías de seguridad) es “la más sostenible económica y medioambientalmente” según sus datos, ya que permitirá ahorrar al sistema 4.000 millones de euros anuales hasta 2050.
Este escenario requiere adoptar decisiones de planificación “de forma inmediata”, dado que haría necesario instalar 14.000 MW en centrales convencionales, bien nuevas nucleares o bien térmicas con captura y secuestro de CO2, con el fin de cubrir el incremento de demanda, respaldar la nueva potencia renovable (+18.000 MW) y sustituir el carbón obsoleto y poco eficiente (-5.200 MW).
Por el contrario, optar por el cierre progresivo de las nucleares elevaría la inversión en el periodo hasta 90.000 millones de euros, obligaría a instalar 21.000 megavatios (MW) convencionales nuevos y rompería la tendencia de reducción de emisiones, lo que impediría cumplir los objetivos a 2050, y elevaría los costes del sistema.
“Si la decisión es construir nuevas centrales nucleares de cuarta generación o centrales térmicas con secuestro y almacenamiento de CO2, las decisioens hay que tomarlas ya, porque requieren entre diez y 15 años de maduración hasta que sean operativas”.
De no tomar estas decisiones, “podemos encontrarnos, en la década de 2020 a 2030, con problemas puntuales de suministro”.
También hizo mención a la central nuclear que Iberdrola, junto a GDF Suez y Scottish and Southern va a hacer en Sellafield, Reino Unido. Según adelantó, no se iniciará su construcción hasta 2015 y no estará operativa antes de 2018 ó 2020.
LEY ECONOMÍA SOSTENIBLE
Preguntado por los periodistas, Sánchez Galán consideró que la nueva Ley de Economía Sostenible incluye “elementos positivos”, ya que apuesta por “sostenibilidad, eficiencia energética, reducción de emisiones, cumplimiento de los comrpomisos medioambientales, cumplir las trasposiciones de directivas, construcción de infraestructuras necesarias”, etcétera. Todos ellos, “elementos alineados totalmente con lo que venimos diciendo” desde la eléctrica
Además, confió en volver a comparecer próximamente en nuevas Comisiones del Congreso, junto con otros agentes del sector, para informar a los diputados y que puedan tomar las decisiones oportunas en lo relativo a esta norma.
Por otro lado, también se refirió a la cumbre del clima que se celebra estos días en Copenhague. “Iberdrola es la primera empresa a nivel mundial en renovables, con más de 20.000 MW de potencia instalada entre gran hidráulixa y eólica, fundamentalmente”.
Por ello, “todos los temas que vayan en la dirección de producir de energías limpias, supone apoyar la decisión estratégica que tomamos hace ya muchos años de ir en esa dirección”.
Copenhague es, añadió, “una magnífica oportunidad para poder actuar en todos los temas relativos al cambio climático y hacer un cambio radical en el modelo productivo de todos los países. Para Iberdrola es ratificar su decisión de inversiones cuantiosísimas, de más de 60.000 millones de euros en los últimos años, en nuevas tecnologías no emisoras”, finalizó.
(SERVIMEDIA)
09-DIC-09
CCB/jrv
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