El titánico proyecto del madrileño Paseo de la Castellana, con sus cuatro enormes rascacielos dominando el 'skyline' de la capital ha echado el freno durante este año 2009. Sus propietarios no han logrado cuajar operaciones para alquilar sus dependencias, y se encomiendan a la recuperación económica para mejorar sus niveles de ocupación.
La única operación firmada durante el año 2009 la ha protagonizado la Torre Espacio, que según informa este domingo el diario ABC, ha concretado el arrendamiento de 1.400 metros cuadrados con una prestigiosa multinacional londinense. Las otras tres, permanecen exactamente igual que hace doce meses, a la espera en algunos casos de finalizar sus trabajos de construcción y adecuación.
Dos torres ocupadas y otras dos desiertas... por ahora
La 'afortunada' Torre Espacio tiene ocupado en este momento el 81% de su espacio total, gracias a las operaciones firmadas durante el año 2006. Y es que antes del comienzo de la crisis, la empresa de Villar Mir ya había logrado 'colocar' el 60% de la torre. Desde entonces, prácticamente nada, exceptuando la operación anteriormente mencionada.
Por su parte, Sacyr está a la espera de completar la ocupación de su rascacielos. Actualmente, dos tercios del edificio ya tienen 'inquilino'. La parte restante podría ir a parar a la Consejería de Justicia, que busca sede tras la paralización del Campus de Valdebebas. Sin embargo, la gran magnitud de esta posible operación hace que las negociaciones tengan lugar a un ritmo lento.
Las otras dos torres avanzan con mayor tranquilidad. La perteneciente a Caja Madrid se ocupará, en su totalidad, por los trabajadores de la entidad bancaria. Sin embargo, el traslado deberá esperar a que se culmine el acondicionamiento de las instalaciones, y hasta dentro de un año no se espera que esté a pleno rendimiento. Por su parte, la Mutua aún no ha concretado ningún acuerdo para el arrendamiento de su superficie, pero la propia aseguradora muestra su tranquilidad, afirmando que tiene "cuatro o cinco ofertas importantes", pero no las cerrará "hasta que el edificio no esté totalmente rematado".
Los inversores españoles huyen del sector inmobiliario
