
Amy Schiffman tuvo una tarjeta de crédito de Fifth Third Bancorp durante ocho años, y ahora su entidad le quiere cobrar 19 dólares por no usarla. Y es que los emisores de tarjetas se enfrentan a un nivel de impagos muy elevado, y están recuperando algunas tasas adicionales, como la de inactividad, para tratar de hacer frente a las pérdidas.
En el caso de Fifth Third, introdujo esta penalización en junio para la mayoría de sus usuarios, en parte para compensar el incremento de costes de servicio. Según su portavoz, Stephanie Honan, "queremos motivar un uso y gestión activa de las cuentas que tenemos".
Las tasas de inactividad ya se han aplicado en otras ocasiones, y habitualmente no se exigían si el cliente usaba la tarjeta periódicamente, según Linda Sherry, directora de Consumer Action, firma encargada de analizar anualmente los cargos de las tarjetas de crédito.
Según esta experta, "si se guarda una tarjeta en el cajón por la sensación de seguridad que proporciona, lo mejor es que se use algunas veces al año".
Del bolsillo al cajón
Muchos consumidores estadounidenses están tratando de controlar su gasto saldando la deuda de sus tarjetas y dejándolas de usar después.
No las cancelan porque eso puede tener un impacto negativo en su credit score (se incrementaría su ratio de deuda frente a crédito disponible, en el que se fijan los bancos a la hora de otorgar un préstamo).
Aunque ha sido Fifth Third la que ha abierto la veda, los emisores de tarjetas más importantes ya están estudiando penalizar de alguna forma a los consumidores que no utilicen lo suficiente sus tarjetas.
O premiar a los que superen la media. Como Citigroup, que ya ha informado este mes a sus clientes de que aplicará tasas diferentes a aquellos que más utilicen las tarjetas. Así, estos recuperarán el 10% de los intereses totales del mes si exceden un determinado número de operaciones.