Los presidentes de Argentina y Venezuela, Néstor Kirchner y Húgo Chávez, han acordado la creación del Banco del Sur para financiar proyectos en Latinoamérica y romper la dependencia con otras entidades de crédito internacionales como el FMI. El proyecto llega justo cuando la economía de la región vive un buen momento de recuperación, aunque con importantes retos en el horizonte.
Kirchner y Chávez han firmado en la cumbre bilateral que han mantenido estos días el 'Memorándum para la concreción del Banco del Sur'. Según informa Efe, ambos explicaron que la creación del organismo "permitirá a la región financiar proyectos estratégicos que ayuden al desarrollo" de Latinoamérica.
"La idea de la construcción del Banco del Sur no termina entre Argentina y Venezuela. Invitamos fervientemente a todos los países para que se vayan integrando a la iniciativa dentro de sus posibilidades", agregó el presidente de Argentina. Bolivia, Brasil y Ecuador serán los primeros en sumarse a esta iniciativa.
En un plazo de 120 días se pretende determinar las cuestiones operativas para que empiece a funcionar la entidad, como el capital social, la forma que tendrá el banco y los proyectos que va a financiar.
La iniciativa llega en un buen momento para la economía de la región. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el incremento real del Producto Interior Bruto (PIB) de Latinoamérica alcanzará en 2006 un promedio del 5%, aproximadamente, por lo que se estaría ante el período trienal de expansión más importante desde la década de 1970.
Retos
Para 2007, el organismo prevé un crecimiento de la región del 4,3%, y destacó en su informe anual Perspectivas económicas de las Américas que a diferencia de auges anteriores, el actual avance no contiene las semillas de su propia destrucción. A pesar de las buenas perspectivas, los países del área tienen pendientes importantes retos económicos y reformas que afrontar:
Política fiscal y tributaria
La recaudación de los Gobiernos mediante los impuestos es muy poca, lo que provoca unos presupuestos bajos que unidos al problema de su rigidez, no permiten aplicar una política de gasto apropiada. En algunos países, la imposibilidad de recaudar suficiente ingreso tributario inhabilita a la política fiscal como instrumento para subsanar los desequilibrios macroeconómicos. Asimismo, limita el gasto en infraestructura pública y desarrollo de capital humano a niveles insuficientes para un crecimiento sostenible y equitativo.
Debilidad del Estado y los gobiernos
El FMI considera que en muchos países latinoamericanos, el crecimiento está frenado por la debilidad del Estado: servicios públicos deficientes, fragilidad judicial, alta criminalidad, corrupción, evasión tributaria e informalidad. “Muchas de estas deficiencias han sobrevivido a los intentos de reformar determinadas instituciones. Para que la reforma institucional sea más fructífera y duradera, probablemente sea necesario avanzar en varias direcciones, incluyendo: el aumento del nivel del capital humano en la región (dentro del gobierno y en la sociedad en general), la modificación de las reglas e incentivos claves en el proceso político que contribuyan a mejorar la calidad de la elaboración de políticas, y la construcción de un electorado que apoye la reforma institucional”, explica el organismo.
Instituciones Financieras
Los expertos destacan que es necesario que las economías suramericanas también realicen reformas encaminadas a lograr unas instituciones financieras, tanto públicas como privadas, estables y solventes.
Retraso frente a otras zonas en desarrollo
El retraso que está sufriendo la región respecto a otras zonas emergentes, principalmente Asía, queda patente con los datos de aportación al PIB mundial. En el año 80, la contribución de Latinoamérica a la riqueza internacional era del 6,2%, mientras que la de sólo China era del 2,6%. En 2003, el porcentaje de los países suramericanos cayó hasta el 4,3%, mientras que la del gigante asiático se incrementó hasta el 3,9%.
Fuente gráficos: FMI