Cada parte del sumario del caso Madoff que se publica ayuda a rubricar más la imagen de millonario fuera de la ley del ex gurú. De hecho, después de que se conociera que el antiguo presidente del Nasdaq organizaba fiestas con strippers en sus oficinas, ahora también se ha visto salpicado por un asunto de drogas.
Al parecer, una de sus víctimas ha interpuesto una demanda en la que lo acusa de consumo y tenencia de cocaína. "Desde 1975, Madoff mandaba a un empleado de su confianza a conseguir drogas para él y la compañía", recoge la querella.
En la misma, el uso de drogas en las oficinas de Madoff Investment Securities es descrito como desenfrenado, y asegura que la sede era comparada al Polo Norte, informa el diario New York Post.
En cierto momento, el empleado en cuestión fue despedido, después de que en 2003 fueran hallados en su escritorio cocaína y otras drogas que no han trascendido, por los temores de Madoff a que los investigadores de la brigada antivicio descubrieran su fraude.
Vida entre rejas
Los detalles que se han conocido sobre la vida que lleva Madoff dentro de la prisión donde cumple condena también sirven para la polémica. El ex presidente del Nasdaq comparte celda con un joven de 21 años condenado por trapichear con drogas.
En sus paseos por el patio del penal, busca la compañía de Jonathan Pollard, acusado de espiar al Gobierno estadounidense para Israel, y de Carmine Persico, patriarca de la familia Colombo, una de las cinco que controla el crimen organizado en el área de Nueva York.
La crisis destapa la cultura de drogas e inversión en la City
