El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha vuelto a insistir en la posibilidad de que haya una rebaja de salarios como una de las soluciones para ayudar al mercado laboral español. La novedad es que ahora también habla de aspectos como la reducción de jornada.
Campa cree que los sindicatos y los empresarios deben buscar acuerdos para flexibilizar el mercado laboral. "Estamos trabajando en tres líneas: que haya consenso generalizado, que los agentes sociales lleguen a un acuerdo sobre negociación colectiva en materia de salarios y que dentro de esa negociación se acuerde una mayor flexibilidad interna dentro de las empresas", ha declarado al diario Público.
"Ahí pueden entrar aspectos como reducción de sueldos, de jornada", añadió el responsable de la política económica española en una entrevista.
Ya insinuó un recorte salarial
No es la primera vez que Campa habla de la posibilidad de reducir el salario de los trabajadores españoles. El pasado 7 de octubre, durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso, el secretario de Estado recordó que los salarios reales han pasado de crecer un 2,3% en 2008 a un 5,1% en la primera mitad del año, mientras que la inflación empezó a registrar valores negativos en marzo, que han empezado a moderarse en los últimos meses y que lo seguirán haciendo en el futuro hasta cerrar el año en cifras positivas.
Campa subrayó que ante un cuadro macroeconómico como el actual, con una inflación muy moderada "y un crecimiento económico incluso negativo, es importante que los salarios reflejen también ese comportamiento".
Despido más barato
En mayo, Campa había apoyado una propuesta de 100 economistas para instrumentar un contrato único para nivelar los costos de despido, que muchos empleadores consideran demasiado altos en el caso de los trabajadores con contratos de largo plazo.
La ministra de Economía, Elena Salgado, no se alineó con esa iniciativa y prometió que el Gobierno no introduciría un contrato de esas características, que facilite los despidos.
Consultado sobre esa diferencia de opinión, Campa ha señalado hoy en el citado diario: "Lo importante es darnos cuenta de que, en los últimos 20 años, hemos tenido y tenemos un mercado laboral en el que un 40% de la población activa corresponde a desempleados y ocupados con empleos temporales y eso genera inestabilidad".
Algunos analistas sostienen que los costes y la dificultad relativa que involucra el despido de trabajadores en España ha conducido a los empleadores a buscar personal temporal con menor calificación y más económico.
Buscando evitar una escalada de la tensión social, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha descartado una reforma laboral después de que los sindicatos amenazaran con realizar una huelga general en caso de que se intente reducir la protección laboral.