
Ex titular de la cartera de Economía, Carlos Solchaga cree que la ciudadanía se toma como si fuera una "beca" una prestación por desempleo que "espera agotar antes de buscar otro trabajo". Al mismo tiempo, apuesta por una reforma laboral inaplazable.
Las cuentas públicas para 2010 son las "más difíciles de la democracia, porque nunca antes se había vivido una recesión tan profunda", ha dicho el ex titular socialista de Economía, que sugiere como receta para la actual coyuntura evitar la utilización de impuestos o gastos para conseguir objetivos de "corte populista".
Una receta que incluye medidas para reactivar la economía, liberalizar los sistemas de alquileres "reequilibrando una legislación que está a favor del inquilino" y una reforma laboral.
En una entrevista publicada en Vanity Fair, Solchaga, muy crítico con el "presidencialismo" de Zapatero, reitera que la reforma laboral es "inevitable". Sugiere "redistribuir" el coste del despido, de manera que "los que no tienen ningún día por tiempo trabajado, tengan ocho o diez, y los que tienen 45 tengan alguno menos".
A Zapatero, Solchaga le recomienda cultivar una buena relación con su ministro de Economía para evitar problemas como la "evidente" confrontación que tuvo con su ex vicepresidente económico. "Yo me hubiera ido mucho antes que Pedro Solbes", subraya.
El ex ministro ve riesgos en un régimen "muy presidencialista", porque la toma de decisiones ha de ser colegiada y no unipersonal, porque la complejidad del ejercicio de gobernar exige buenos equipos, y porque cuando se está en el Gobierno al presidente, que es el "mascarón de proa del partido" para ganar las siguientes elecciones, hay que preservarlo.