
Zaragoza, 2 oct (EFE).- El secretario general de UGT, Cándido Méndez, cree que la compañía Magna, "al final, rectificará en profundidad" su proyecto de reestructuración para las plantas de General Motors (GM) Europa y que los términos de su ajuste serán "muy diferentes y muy inferiores" a los planteados en un principio.
Méndez ha advertido, sin embargo, que "no hay que bajar la guardia" y que el movimiento sindical "seguirá con todas sus fuerzas exigiendo un cambio de rumbo" a Magna, que planteaba hasta ahora una reducción de casi 1.700 empleos de los 7.500 que hay en la planta de GM en Figueruelas (Zaragoza).
Los gobiernos de España y Aragón "tienen que echar toda la carne en el asador" y mostrar un compromiso cada día más fuerte con el futuro de la planta zaragozana, parte de cuya producción, los modelos Corsa de tres y cinco puertas, se podría trasladar a la factoría alemana de Eisenbach.
Al respecto, Méndez se ha mostrado de acuerdo con los que piensan que "no tiene mucho sentido" que por razones políticas "se pretenda destruir empleo aquí, para crearlo en otra planta donde la productividad es menor", como la de Eisenbach.
En su opinión, para que Magna pueda "enderezar" el futuro de General Motors en Europa, donde tiene nueve plantas, es necesario "respaldar la productividad y hacerlo supone respaldar a Figueruelas", que es la más competitiva.
Los trabajadores de Figueruelas no tienen asumido "nada" y van a defender "con uñas y dientes" el futuro del empleo, "porque tienen muchos argumentos para ello", ha destacado el dirigente sindical en un encuentro con los medios de comunicación, antes de clausurar el X Congreso de la Federación de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT (TCM-UGT).