
Los gobiernos de los países con triple A tienen que hacer sus deberes si quieren mantener el máximo grado de calificación para su deuda. Así lo advierte Fitch, que asegura que las estrategias que adopten para retirar los programas estímulo económico puestos en marcha en los últimos meses serán "clave" para la agencia a la hora de revisar sus perspectivas.
Hace mes y medio, Fitch decidió mantener la triple 'A' de la deuda española debido a las medidas tomadas por el gobierno. También Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania conservaron su 'AAA'. Sin embargo, Fitch considera ahora que estas actuaciones pasadas no son suficientes para mantener su nota en un entorno económico cambiante.
"La credibilidad del compromiso con una inflación baja y unas finanzas públicas sostenibles necesita ser reforzado con una mayor claridad en las estrategias para retirar los excepcionales estímulos", señala Brian Coulton, uno de los autores del análisis.
Adecuarse al nuevo entorno económico
Según explica en su informe, las proyecciones presupuestarias que hasta la fecha han realizado los países desarrollados presentan "poco más" que el camino para reducir el déficit y estabilizar los ratios de deuda a medio plazo. Fitch indica que en el momento en que se realizaron dichas estimaciones, a principios de año, las principales preocupaciones eran recuperar el equilibrio macroeconómico y "mitigar los riesgos de deflación".
En este sentido, Fitch reconoce que los planes "discrecionales" para reactivar la economía tomados por los distintos países han jugado un imporante papel a la hora de evitar un impacto mayor de la crisis financiera, "particularmente en presencia de una enorme incertidumbre" acerca de en qué momento los bancos centrales pondrían fin a su política monetaria "relajada".
Pero ahora que se han observado varios indicios de crecimiento y la amenaza de la deflacion parece esfumarse, Fitch recomienda a los gobiernos que se pongan manos a la obra para "reforzar sus planes de consolidación" y concretar "cómo van a conseguirlo". "La recuperación económica y el final de las medidas de impulso ya no serán suficientes por sí solas para estabilizar y reducir los niveles de deuda pública a medio plazo", destaca en su informe.
"Una consolidación agresiva en 2010 podría ser prematura, pero presentar ahora sus planes para explicar cómo van a reducir el déficit y la deuda después de 2010 ayudaría a apuntalar la confianza en una deuda pública sostenible a medio plazo y en la perspectiva de solvencia".