El inspector general de la Securities and Exchange Commission (SEC), David Kotz, ha publicado este miércoles un informe con las conclusiones sobre los motivos que llevaron al regulador de los mercados estadounidenses a pasar por alto las numerosas denuncias recibidas sobre el mayor fraude de la historia, perpetrado por Bernard Madoff.
"La oficina del del inspector general no ha encontrado evidencias de que algún miembro de la SEC, que trabajaba en las numerosas investigaciones a las que fue sometido Bernard Madoff, tuviera algún tipo de relación, ya sea financiera o de otro tipo, con el financiero o con cualquier miembro de su familia, y que ésto interfiriera en las investigaciones que se estaban llevando a cabo" contempla el informe.
Sin embargo, el documento del Inspector General de la SEC, David Kotz, determina que sí hubo una falta de seguimiento en tres investigaciones realizadas al financiero, así como en otras cinco denuncias en su contra.
Por tanto, David Kotz concluye que las diversas investigaciones llevadas a cabo por la Comisión de Valores estadounidenses sobre las operaciones de Bernard Madoff fueron "incompetentes" pero no corruptas.
Numerosas pruebas del fraude
Entre 1992 y diciembre pasado, cuando Madoff confesó su estafa, la SEC recibió seis advertencias acerca de las maniobras fraudulentas, pero la falta de experiencia del personal de la SEC y las demoras en los exámenes de las cuentas de Madoff permitieron que éste continuara su fraude, añadió el informe.
Los inspectores perdieron varias oportunidades de descubrir la estafa porque encararon sus investigaciones "de manera muy limitada", indicó Kotz.
Un funcionario de la división de exámenes de la SEC era novio de una sobrina de Madoff durante el período en el cual se llevaron a cabo algunas de las inspecciones, y actualmente está casado con ella, lo cual había dado lugar a algunas especulaciones de que la firma de Madoff se salvó de una inquisición más severa.
En marzo pasado Madoff se declaró culpable de los delitos que se le imputaron y ahora cumple su sentencia en una prisión de Carolina del Norte.
Entre los miles de víctimas de su estafa se cuentan ahorradores individuales, obras de beneficencia, celebridades de Hollywood, al igual que grandes fondos de especulación financiera, bancos internacionales y fundaciones en Asia, Europa y Estados Unidos.