La Unión Confederal organizará del 28 de agosto al 10 de septiembre mercados transparentes en Madrid para reclamar precios justos para los productores agrarios.
GIRONA, 26 (EUROPA PRESS)
La Unión Confederal organizará del 28 de agosto al 10 de septiembre mercados transparentes en Madrid para reclamar precios justos para los productores agrarios.
Esta organización agraria agrupa a Unió de Pagesos (UP) de Cataluña, Unión de Labradores y Ganaderos de la Comunidad Valenciana, Unión de Agricultores y Ganaderos de Extremadura, la Plataforma Agraria Libre de Canarias, la Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid, y la Unión de Campesinos de Castilla y León.
El coordinador nacional de Unió de Pagesos, Joan Caball, explicó esta mañana en Girona que el objetivo de las movilizaciones es denunciar el abuso de la industria de la gran distribución, ya que "impone precios bajos a los campesinos para sus productos y engaña a los consumidores aplicando márgenes comerciales muy elevados".
En Madrid organizarán mercados transparentes que se instalarán en la calle Cuesta Moyano, una vía peatonal cerca de la sede del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La ubicación, aseguró Caball, "busca conseguir soluciones inmediatas a la problemática que afecta al sector y que puede solucionar el Ministerio, además de reclamar una oportunidad para que nos escuchen y podamos hablar de ello".
Caball insistió en que su intención es que se cumplan las normas ya que "el mercado libre no es la ley de la selva, aunque parece ser que en este caso se mira a otro lado; al Gobierno le da miedo meter la nariz en las grandes corporaciones distribuidoras", criticó.
Cada uno de los 10 días de protesta (28 y 31 de agosto, y 1, 2, 3, 4, 7, 8, 9 y 10 de septiembre) irán centrados a un sector en concreto. Así, participarán en el mercado transparente productores de agricultura y ganadería ecológicas, de tubérculos, de vino, de aceite de oliva, hortalizas, leche y carne, los del sector ovino, los de fruta dulce y cítricos, y los de remolacha.
La intención, concluyó Caball, es demostrar que "se puede vender a un precio justo los productos de los campesinos, y que los consumidores también pueden conseguir estos productos a un precio más económico que el marcado por las grandes distribuidoras".