El Índice de Precios de Consumo (IPC) continuó cayendo en julio en la zona del euro y, como consecuencia, la inflación acumuló una bajada en los últimos doce meses del 0,7%, lo que supone un nuevo mínimo en la serie histórica.
Éste es el segundo registro negativo desde que en 1997 comenzó a elaborarse el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), después del -0,1% en que se situó en junio.
Respecto al mes anterior, la inflación de la región retrocedió un 0,7%, según los datos publicados hoy por la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat).
Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media que el IPC descendiera un 0,6% mensual y un 0,6% interanual, en línea con el dato adelantado hace unos días.
De cara al futuro
"Un periodo de baja actividad puede permanecer en la economía, lo que presionará a la baja la inflación", comenta Nick Kounis, economista jefe para europa de Fortis en Amsterdam. El Banco Central Europeo (BCE) podrían empezar a preocuparse por las consecuencias futuras de un largo periodo de una política monetaria expansiva", añade.
La inflación subyacente, que excluye el precio de los alimentos y la energía, descendió en julio hasta una tasa interanual del 1,3%, después del 1,4% anterior. Se trata del nivel más bajo en tres años. Y es que los precios de la energía cayeron un 14,4% respecto al mismo mes del año pasado y un 1,8% en comparación con el mes anterior.
De momento, el BCE no se ha mostrado inquieto por la posibilidad de que la caída de los precios se instale en la economía de la región, es decir, que haga aparación la temida deflación.
La entidad presidida por Jean-Claude Trichet cree que el reciente episodio de inflación negativa en la Eurozona es "temporal" y que las expectativas de inflación a medio y largo plazo continúan firmemente ancladas.
El BCE que el IPC armonizado de la región aumente un 0,4% este año y un 1,1% en 2010.
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