
Morgan Stanley ha acordado pagar al Tesoro estadounidense 950 millones de dólares para recomprar los warrants que emitió en el marco del plan de rescate bancario (TARP, por sus siglas en inglés) que se aprobó en octubre de 2008. En esas fechas, el Tesoro compró papel de la entidad por 10.000 millones de dólares.
Bank of New York Mellon, por su parte, también ha aprovechado para recomprar parte de los 14.500 millones de warrants que están en poder del Tesoro. Concretamente, ha desembolsado 136 millones de dólares para este fin. Así, ambas entidades se suman a Goldman Sachs, que el 22 de julio compró sus warrants a la institución por 1.100 millones de dólares.
Sin embargo, estas operaciones han sido muy diferentes. Linus Wilson, profesor de finanzas de la Universidad de Louisiana, estimaba que el precio de los warrants de Morgan era de 1.200 millones, por lo que el banco ha conseguido una rebaja, cosa que no les sucedió a otros. "Morgan no pagó todo el coste, cosa que sí hizo Goldman. Y es que el primero estaba en una mejor posición negociadora, mientras que Goldman está muy inmersa en intrigas políticas", explica Wilson.
Cerrando cuentas pendientes
La recompra de warrants se une a otras acciones que han realizado las tres entidades recientemente para ponerse al día con las autoridades estadounidenses.
BNY Mellon, por ejemplo, recompró en junio los 3 millones de acciones preferentes que había entregado al Tesoro, operación que, sumada a la de los warrants y al pago de dividendos de las propias preferentes asciende a 3.231 millones de dólares.
Morgan, por su parte, también entregó dividendos a las preferentes que están en manos del Tesoro, operación que, sumada a la recompra de warrants, asciende a más de 1.200 millones de dólares.