Aunque cada vez es menos arriesgado invertir, la aseguradora AON identifica los países en los que continúa siendo un peligro.
"Realizar una inversión en cualquier lugar del mundo es cada vez menos arriesgado". La afirmación es de José María Segón, director de AON Credit España, y traslada la principal conclusión del Mapa de Riesgos Políticos y Económicos que la aseguradora presenta todos los años por estas fechas.
Durante 2006, 17 países se ganaron una calificación de riesgo más positiva y sólo dos empeoraron su situación: Libia y Sudán. Vivimos, por tanto, en un mundo más propicio para la inversión que hace un año.
Mapa de riesgo político y económico en 2007
Fuente: AON
Focos de riesgo
Sin embargo, aún persisten focos de incertidumbre. Los más intensos se sitúan en Oriente Próximo (Irán, Irak), en la ex repúblicas soviéticas y en África; y tienen relación con la existencia de conflictos bélicos, interferencias políticas, impagos por parte de los estados soberanos u otros factores económicos como la existencia de marcos regulatorios poco propicios.
En total, nueve factores de riesgo, que los expertos de Oxford Analytica tratan anualmente para decidir en qué países es más arriesgado invertir y en cuales menos.
De esos datos ha salido una lista de 15 países que reúnen siete o más de los nueve factores de riesgo tenidos en cuenta. Son, según AON, los lugares donde invertir es más una aventura que una apuesta empresarial: Georgia, Costa de Marfil, Siria, Irak, Sudán, Bielorrusia, Somalia, Indonesia, Líbano, Uzbekistán, Pakistán, Ecuador, Tayikistán, Palestina y Yemen.
Países muy recomendables
El caso contrario lo representan los nuevos gigantes asiáticos. Taiwán y Filipinas mejoraron su calificación de riesgo en 2006 e India y China mantienen su imagen de confianza hacia los inversores.
Una confianza que se ha visto minada en el caso de América Latina. Las nacionalizaciones de recursos naturales realizadas en Bolivia y Venezuela han impedido mejorar la calificación de riesgo de la región y, según la aseguradora, se configuran como el principal riesgo económico del futuro.
El otro gran riesgo del futuro serán los problemas con las redes de suministro energético.