
Izquierda Unida propuso hoy convertir al Instituto de Crédito Oficial (ICO) en un verdadero banco público, con sucursales en buena parte de las provincias españolas, para evitar que "las medidas (de fomento del crédito) tomadas por el Gobierno pasen siempre por la ventanilla de las entidades" privadas.
En declaraciones a los medios de comunicación, el coordinador general de IU, Cayo Lara, se quejó de que "no está llegando el dinero a las pymes porque los bancos están sirviendo de cuello de botella", de forma que dificultan la concesión, por ejemplo, de las líneas de financiación del ICO.
Ante este "problema de liquidez no resuelto con las pymes", Lara anunció la intención de IU de definir antes de que finalice 2009 un modelo de banca pública que pueda ser implantado en España y que tratará de convertir en ley buscando el apoyo de diferentes formaciones políticas en el Congreso de los Diputados.
La banca no es fundamental
El secretario federal de Economía y Trabajo de IU, José Antonio García Rubio, insistió en que la banca española ha demostrado que "no es funcional porque no está jugando su papel de intermediario financiero" y cuando lo hace aplica elevados tipos de interés, de hasta el 13% para pymes.
Por ello, señaló que una de las iniciativas que se plantea su formación política es impulsar el ICO, que actualmente cuenta con sólo 289 trabajadores y con "pocas competencias para asumir las tareas encargadas".
Entre otras medidas, IU sopesa que el organismo, cuyo presidente acaba de ser sustituido por el Gobierno, cuente con presencia en las delegaciones del Banco de España de las diferentes regiones españolas con el objetivo de aumentar su capilaridad.
Además, baraja que se desarrollen las agencias financieras y de crédito de las Comunidades Autónomas, que actualmente se limitan a seis, para facilitar la inyección de liquidez en la economía real.
Con el objetivo de crear una "banca mixta público-privada", IU también plantea que el Estado haga valer su presencia en las entidades en las que tome una participación, de forma que fomente la concesión de créditos, y que aproveche las oficinas excedentarias de las fusiones para impulsar la banca pública.
Nacionalizar Bancorreos
La formación de izquierdas también estudia la posibilidad de que se nacionalice Bancorreos (nacido de un acuerdo entre Deutsche Bank y Correos), ya que "podría ser una buena herramienta para garantizar la capitalaridad de la banca pública".
Además de plantear la posible recuperación de las fichas bancarias de las antiguas entidades públicas, García Rubio señaló la conveniencia de desarrollar acuerdos con la banca ética y social.
Cayo Lara, que admitió que el Gobierno no tiene intención de crear bancos públicos, defendió sus medidas porque "permitirían la inversión en la economía productiva, que no haya peligro de corralitos, que se garantice el empleo de los trabajadores del sector bancario y que no se pongan en riesgo los intereses de los ciudadanos".