La economía castellonense vive ligada a la industria cerámica azulejera. El frenazo en la construcción, las reformas de viviendas y la contracción de los mercados internacionales ha puesto en alerta roja a la provincia.
Según publica este domingo el diario regional Levante-EMV, la crisis económica se está viviendo con especial virulencia en la provincia de Castellón y, más concretamente, en el llamado triángulo azulejero, formado por trece municipios de las comarcas de la Plana Alta y Baixa y l'Alcalatén, donde el paro ha aumentado más de un 150% en el último año.
El sector cerámico ha perdido más de 6.000 trabajadores en los últimos 12 meses y 23 de las 220 industrias que lo conformaban han echado el cierre.
El frenazo en la construcción, de las reformas de las viviendas y la menor exportación de sus productos son las razones de la mala situación que atraviesa una actividad boyante hasta hace bien poco.
Según el artículo del diario regional, las ventas de productos cerámicos han disminuido un 40% en el territorio nacional y un 27% en el extranjero.