Con Suecia bajando tipos por sorpresa al 0,25%, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido los tipos de interés en la Eurozona en el 1%. El presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet, ha dado señales de que no hay planes de volver a bajar unas tasas que están en un nivel "apropiado". Primer aniversario de un error que Trichet no debe repetir.
Trichet ha defendido que el actual nivel de tipos de interés al 1% es el "adecuado" teniendo en cuenta la información disponible. No obstante, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, ha precisado que la institución "no ha decidido que sea el límite de las bajadas".
El banquero francés ha apuntado que la actividad económica durante el resto del año se mantendrá "débil", aunque el retroceso no será tan fuerte como el experimentado en el primer trimestre, aunque ha admitido que los mercados laborales registrarán un mayor deterioro que se materializará en los próximos meses.
"De cara al próximo año, tras una fase de estabilización, se espera que se produzca una recuperación gradual con crecimiento trimestral positivo a mediados de 2010", ha apuntado Trichet.
No ve deflación
Trichet ha afirmado que la entrada en terreno negativo del dato de inflación de junio está "en línea con lo previsto" y apuntó que refleja en gran medida factores temporales por lo que advirtió de que "no es relevante" de cara a fijar la política monetaria.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) de la zona euro se situó en junio en una tasa interanual del -0,1%. Se trata de la primera vez en la historia de la región que la inflación registra tasas negativas.
Trichet, considera que el dato negativo del IPC de junio "estaba anticipado", y que se trata de un efecto básico después de que se disparasen de los precios de materias primas en el verano de 2008.
El fenómeno es "temporal", insistió el presidente de la institución. Los precios bajarán "en los próximos meses", pero luego volverán a aumentar "moderadamente", añadió.
Observar el panorama
"Tras la bajada de tasas en mayo y las medidas no convencionales de junio, ha empezado el juego de espera y mira", resume Carsten Brzeski, del banco ING. La mayoría de economistas prevé que los tipos se mantengan sin cambios hasta el cuarto trimestre de 2010.
Desde el comienzo de la crisis financiera en el verano de 2007, el BCE facilita liquidez a los bancos para que se presten entre ellos y sobre todo para que sigan concediendo créditos a empresas y particulares, vitales para la economía real.
El BCE reforzó su dispositivo tras la quiebra del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers en septiembre de 2008 y el posterior cataclismo financiero. La semana pasada inyectó más de 442.000 millones de euros en el sistema bancario, en su primera operación de refinanciación en un año, lo que fue una de las medidas más vigorosas adoptadas para reactivar el crédito.
Como complemento a las inyecciones de capital y la reducción de tasas, la institución abrirá también un programa de compra de obligaciones por un total de 60.000 millones de euros, para reactivar la economía.