LONDRES, 29 (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martín Millán)
El ministro de Empresas británico, Peter Mandelson, confirmó hoy que la supervisión financiera continuará en manos del regulador, la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, en sus siglas en inglés), a pesar de las demandas en las que el Banco de Inglaterra (BoE) apela a incrementar sus poderes de control para evitar la repetición de colapsos bancarios como el del último año.
En un discurso ante la Asociación de Banqueros Británicos, Mandelson entra en la polémica desencadenada por las recientes llamadas del gobernador del BoE, Mervyn King, a otorgar más poder al banco central y apuntó que aunque la institución reforzará su rol en la estrategia de estabilidad financiera, la FSA mantendrá en exclusiva el control directo en materia de regulación.
En las últimas semanas, King ha venido advirtiendo de las consecuencias de carecer de medidas de intervención, especialmente ante la reticencia demostrada ya por el propio ministro del Tesoro, Alistair Darling, confirmada ahora por el de Empresas, quien subrayó que "el regulador tiene que ser la FSA".
Según Mandelson, el aparato financiero británico "necesita mantener la prudencia y la pericia en los negocios en un regulador capaz de ver todas las partes del cuadro a la vez". Una posición que contrasta con la del gobernador, quien advirtió de que su institución no podría ser responsabilizada de crisis como la actual si no asume más capacidades.
En este sentido, el titular de Empresas declaró que "nunca había sentido este nivel de desconfianza y rabia entre el sector financiero y el resto de la economía" y zanjó: "Aunque creo que hay espacio para que el BoE asuma un rol más directo en cuestiones de estabilidad financiera, no apoyo un sistema de dos polos". "Creo que la lección que aprendimos el pasado año es que necesitamos un regulador más fuerte, no uno más débil", concluyó.
