
Gordon Brown no piensa volver a la docencia en un futuro cercano. El primer ministro de Gran Bretaña se muestra más firme que nunca al describir su estrategia preelectoral para la recuperación, tanto de la economía británica como de sus propias vicisitudes políticas, que ha sufrido el partido
También insinúa que no habrá otra gran revisión del gasto antes de las elecciones, evitando tener que tomar decisiones públicamente peliagudas de recortes en los principales programas. Desde la escueta Sala Thatcher que da al jardín de Downing Street, descarta los rumores de su dimisión como primer ministro y asegura que las referencias a su pasión por la enseñanza pertenecen al pasado. "He sido profesor y conferenciante. Me gusta la docencia pero no voy a volver".
Brown deja claro que su tarea consiste en intentar cambiar los términos del debate político después de tres meses dominados por la crisis de los gastos de los ministros. Hoy quedará marcado por la publicación de un documento del gobierno titulado Construimos el futuro de Gran Bretaña, que incluirá el borrador del programa legislativo para la breve sesión final del parlamento que se inicia en otoño.
Tres grandes temas
Constará de tres grandes temas: crecimiento y creación de puestos de trabajo mientras la economía sale de la recesión, reformas adicionales en los servicios públicos para adaptarlos más a requisitos individuales y limpieza política.
De la entrevista se deduce, aunque sin decirlo explícitamente, que su objetivo es a largo plazo y las elecciones generales no se celebrarán hasta la primavera que viene, como muy tarde en junio.
Tras los golpes de las últimas semanas, Brown y sus asesores han desarrollado un enfoque revisado que parte de una línea muy dura sobre los gastos. "Sustituyendo la autorregulación e insistiendo en unos estándares elevados, esperamos poder garantizar a la gente que no existe ningún conflicto entre los intereses públicos de los diputados y los suyos propios", confiesa. Y menciona las medidas ya emprendidas y las futuras. "Haremos todo lo necesario si lo aconseja [Sir Christopher] Kelly", asegura, en referencia a la investigación del Comité de Estándares de la Vida Pública.
Los miembros del Gobierno han prometido publicar en Internet su sueldo íntegro y asignaciones parlamentarias.
La recesión no ha terminado
En la entrevista reconoce su ambición de seguir hacia delante. "Lo importante ahora es mirar hacia el progreso económico y social futuro de nuestro país, y demostrar que incluso en los últimos meses hemos pensado cuidadosamente en cómo Gran Bretaña puede estar mejor equipada, preparada y lista para los retos que se nos plantean".
Brown es prudente al recalcar que la recesión no ha terminado. Al contrario, el Gobierno ha tomado medidas para enfrentarse a la recesión de forma radical y opuesta a las de recesiones anteriores, asistiendo a los bancos y pequeñas empresas, invirtiendo a lo largo de la recesión y ayudando a los desempleados. "Eso quiere decir que volveremos al crecimiento con más rapidez y, probablemente, habremos salvado hasta 500.000 puestos de trabajo que, de otra manera, se habrían perdido. La gente verá que hemos modificado la trayectoria de la recesión".
Pero hace falta tiempo para que este tipo de medidas hagan mella. "Entiendo a la gente en junio a la hora de votar, sabía que habíamos tomado medidas pero no veía resultados. Hace falta tiempo para que los resultados salgan a la luz. Poseemos una estrategia de crecimiento y laboral según la cual no permitiremos que los jóvenes se conviertan en parados de larga duración, sino que nos aseguraremos de que tengan la formación necesaria para conseguir trabajo".
Invirtiendo más proporcionadamente
Brown señala la inversión en tecnología digital, captura y almacenamiento de carbono, carbón limpio y el sector energético, banda ancha, biotecnología e industrias creativas, que poseen "un tremendo potencial y empleo en el futuro.
Estamos invirtiendo más proporcionadamente que muchos otros países. Buscamos inversiones privadas, públicas e internacionales", señalando que la inversión interior en el Reino Unido en el último año ha sido alta y no ha caído como lo han hecho otros indicadores tradicionales. "Ésta es la base para un crecimiento sólido en el futuro. Sobre la base del trabajo y el crecimiento se reduce la deuda y el déficit a la larga, atendiendo a nuestro plan quinquenal de reducir a la mitad el déficit fiscal".
Frente a las exigencias, entre otros, de Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, de una mayor rapidez de acción para reducir el déficit, niega cualquier división con los ministros. "Siempre existirá un debate sobre el futuro. Lo que hemos hecho en los últimos meses ha contado con el apoyo del gobernador". Asegura que King siempre ha apoyado los planes de rescate y se ha mostrado dispuesto a la acción monetaria y fiscal. El Gobierno "no ha anunciado una revisión de los gastos, pero hemos marcado las cifras del gasto para este año y el que viene.
La mayoría no ha elaborado el plan de reducción de déficit que hemos trazado nosotros. Creo que estamos por delante de otros países". Los planes de gasto futuros se convertirán en un asunto más discutido en las elecciones, cuando los comentaristas defiendan que se trata en decidir la escala de las reducciones en los planes para el futuro.
¿Tendrá tiempo suficiente?
Brown también elude las sugerencias de que los impuestos deban subir en la próxima legislatura. La carga fiscal está cayendo. "El problema de la recesión es que se pierden ingresos del sector financiero y surge el coste del desempleo. La forma de mantener el déficit bajo a medio y largo plazo es creando empleo y crecimiento. En las recesiones anteriores, se recortó la inversión. Nosotros hemos tomado un punto de vista diferente. Nos juzgarán los hechos".
¿Tendrá tiempo suficiente, con las elecciones dentro de once meses? "Creo que la gente empezará a ver que hemos marcado una diferencia. Los ciudadanos empezarán a ver cómo los bancos conceden préstamos y eso tendrá un efecto en el mercado hipotecario".
El primer ministro se muestra mordaz respecto a los conservadores, aunque no menciona a David Cameron por su nombre. "Nuestros oponentes", dice una y otra vez, "no tienen ningún plan para afrontar la recesión, ni un solo plan auténtico para sacarnos de ella. Todos los demás países han empezado a trabajar en la misma línea que Gran Bretaña y los conservadores se han aislado".
Repite su latiguillo, familiar y controvertido, de que la postura conservadora es que "independientemente del paro y del crecimiento, el Gobierno ha decidido un recorte general del 10% en casi todos los servicios".
Pese a la recesión, Brown recalca la determinación del Gobierno de seguir adelante con grandes decisiones estratégicas sobre una comisión de planificación nacional (para reducir los retrasos en proyectos de infraestructuras), energía nuclear, una tercera pista en Heathrow y el cambio climático. Brown deja ver el desgaste de las últimas semanas. Ya no queda ningún inciso desenfadado del pasado; ahora todo son negocios".