Economía

Alerta frente optimismo de previsiones de crecimiento superiores al 3% anual

París, 22 ene (EFECOM).- La OCDE alerta sobre el optimismo de las previsiones económicas en España que auguran crecimientos superiores al 3% anual en los próximos ejercicios y advierte de que si no se corrige en particular la pérdida de competitividad, se corre el riesgo de invertir la convergencia con Europa en la próxima década.

En un informe sobre España divulgado hoy, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que de acuerdo con sus escenarios a largo plazo, sin una "recuperación sensible" en la productividad, se corre el riesgo de "una interrupción, o incluso una ligera inversión del proceso de convergencia respecto a la media de la zona euro durante la próxima década".

Es verdad que a corto plazo los autores del informe admiten que la progresión de la actividad en España "podría seguir robusta en los dos próximos años", con tasas del 3% o superiores, por encima del potencial, lo que confirmaría las estimaciones que la propia OCDE había hecho en noviembre: un 3,3% en 2007 y un 3,1% en 2008.

Sin embargo, la apreciación es distinta a medio y largo plazo y así consideran que "una hipótesis de crecimiento tendencial medio superior al 3% en los próximos años parece optimista".

De hecho, en sus proyecciones a largo plazo, el conocido como "Club de los países desarrollados" cifra el potencial de crecimiento de la economía española en un 2,7% anual en el periodo 2007-2011 (después del 3,5% en 1997-2006), que se reduciría al 1,9% en 2011-2020 y al 1,3% en 2021-2030.

Admite que entre 1995 y 2005, el dinamismo español permitió disminuir el diferencial de Producto Interior Bruto (PIB) per cápita con la media de la zona euro del 20 al 12%, pero al mismo tiempo subraya la persistencia del carácter "desequilibrado" del modelo.

El agotamiento de ese modelo queda en evidencia con las proyecciones sobre la evolución del PIB per cápita, cuyo aumento en España debe pasar del 2,4% anual (ocho décimas más que la media de la zona euro) en el periodo 1997-2006 al 1,7% en 2007-2010 (sólo una décima más) y al 1,2% en 2011-2020 (cinco décimas menos), hasta caer a un 0,9% en 2021-30 (una décima menos).

La OCDE insiste en la "debilidad persistente" de la productividad en España, y aunque reconoce que la estrategia del Gobierno "parece adecuada y sus primeros resultados son positivos", muestra sus dudas sobre "la eficacia de los fondos públicos comprometidos" para estimular la innovación y sobre la "transparencia y la coordinación" entre los planes estatales y autonómicos.

En el terreno de la educación, indica que las reformas "van de forma general en la buena dirección", aunque "los programas propuestos, a menudo demasiado largos, parecen mal adaptados a las necesidades de las empresas" y por eso apuesta por una financiación conjunta del Estado y del sector privado.

En cuanto a las universidades, subraya que "deben desplegar su influencia más allá de los intereses particulares de la comunidad académica y de su esfera local y tratar de responder mejor a las necesidades de la sociedad, en particular de las empresas".

La OCDE juzga "excesiva" la subida del endeudamiento hipotecario de las familias y el encarecimiento de la vivienda y considera que una estabilización reduciría los "riesgos macroeconómicos y financieros".

Para corregir las "distorsiones" de este mercado que dificultan el acceso a la vivienda de las familias más modestas y los jóvenes, aconseja "suprimir progresivamente las ayudas al acceso a la vivienda que siguen en vigor para equilibrar las incitaciones entre el alquiler y la compra, y moderar las presiones sobre la demanda".

Al mismo tiempo, "una mejor seguridad jurídica en las relaciones entre propietarios e inquilinos contribuiría a un uso más eficaz del parque de viviendas", afirma.

Para reducir el diferencial de inflación de España con la media de la zona euro, la OCDE aboga por una mayor flexibilidad en los mercados de productos, en algunos de los cuales no hay competencia suficiente, y cita en concreto la distribución, la electricidad y las telecomunicaciones.

También pide más flexibilidad en el mercado de trabajo para reducir la fractura entre trabajadores con contrato fijo y temporal, y al respecto se pronuncia por "un contrato único, cuyas indemnizaciones por despido aumentarían progresivamente en función de la antigüedad".

En cuanto a las políticas presupuestarias, los autores del informe aseguran que hay que preparar el ajuste necesario por el envejecimiento demográfico, cuya urgencia ha quedado relegada en la percepción por los efectos de la inmigración, pero que será en el caso español más fuerte que la mayor parte de los países europeos.

Y en el sistema de pensiones, aconsejan aumentar el periodo de cotizaciones, suprimir los incentivos para prejubilaciones y prolongar la vida activa, pero no aumentar las cotizaciones. EFECOM

ac/al/pam

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