PP y UPyD defienden la prórroga de su actividad en base al informe del CSN
VITORIA, 12 (EUROPA PRESS)
El Parlamento vasco exigió hoy el cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) e instó al Gobierno central a que no renueve la licencia de explotación, que expira el próximo 5 de julio, y a que proceda a su cierre definitivo. La iniciativa fue apoyada por todos los grupos de la Cámara excepto PP y UPyD, que defendieron el mantenimiento de la actividad en base a los criterios "claros y meridianos" expuestos en el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
El pleno de la Cámara vasca aprobó hoy una enmienda transaccional respaldada por EA, PSE, EB y PNV, y con el voto en contra de PP y UPyD en la que reitera su oposición a la prórroga de la licencia de explotación de la central Nuclear de Garoña, que expira el 5 de julio, y exige su cierre definitivo. La iniciativa, que parte de una proposición no de ley de EA, insta también al Gobierno central a que no renueve la licencia de explotación y se proceda a su cierre definitivo.
Además, la Cámara insta al Gobierno vasco a colaborar en la elaboración de planes sociales y económicos que deben acompañar al cierre de la central, así como a mantener cauces de diálogo con el gobierno de España, como instancia competente, y con las demás Administraciones implicadas, para dar solución al problema, con el fin de transmitir a la ciudadanía una información transparente al respecto.
Por otro lado, PSE, EB y Aralar sacaron adelante, con el voto en contra de PP y la abstención de PNV, UPyD y EA, una enmienda de adición del grupo Aralar en la que se insta al Gobierno central a que cumpla su compromiso de sustituir la energía nuclear por energías más seguras, limpias y baratas, procediendo al cierre de las centrales nucleares una vez agotada su vida útil.
Asimismo, insta al Gobierno central a que desarrolle la policía de energías renovables en función de las necesidades energéticas existentes, es decir, evitando los excesos de producción y poniendo en marcha campaña de sensibilización ciudadana con el fin de promover el ahorro energético.
DEBATE.
Desde el PP, el parlamentario Carmelo Barrio, consideró que "lo sensato y responsable" es prorrogar la licencia de actividad y denunció que en el debate "existe mucha demagogia y marketing político electoral que se ha puesto por encima criterio técnico".
Además, aclaró que si el informe de CSN hubiera sido negativo el grupo habría defendido el final de las actividades de la central, "al igual que defendemos el mantenimiento de la actividad en base a los criterios claros y meridianos expuestos en el informe". "La vida útil de Garoña es hasta el 2019 y ampliar su actividad supondría ahorrar hasta 1.600 millones de euros en compra de energías fósiles a otros países", sentenció.
Barrio defendió que el mantenimiento de Garoña es "coherente con la política energética europea" y consideró que el debate genera "desconfianza, es alarmista y sin fundamentos". "No vamos a juzgar hoy Garoña; ya ha tenido un juicio sin tener pena de cierre y ha existido una declaración de utilidad por lo que debe haber vida en forma de prórroga de actividades", reiteró.
Por parte de UPyD, el parlamentario Gorka Maneiro, explicó que su formación "no es un partido pro-nuclear pero tampoco es un partido que pretenda oponerse a la energía nuclear sin reflexión previa" y reclamó "un debate transparente, objetivo y riguroso sobre energía, incluyendo la energía nuclear". Sin embargo, defendió que su voto en contra de la propuesta "no debe entenderse como un apoyo expreso a la energía nuclear, sino a favor de que se abra un debate transparente dejando al margen populismos y demagogias".
La parlamentaria del PSE Natalia Rojo defendió el cierre de la central aunque consideró que "no debemos quedarnos en el no por el no". Al respecto, reiteró la apuesta del PSE por las energías renovables y por la implicación del Gobierno vasco "dentro de sus capacidades, en las dificultades que surjan ante la decisión de cierre de la central".
Rojo recordó que la energía nuclear constituye una fuente energética "mucho más cara" que las energías renovables y que "lo único que nos aporta, la central, aunque importantes, son puestos de trabajo sin efectos que multipliquen su participación en la estructura de la economía". "El debate al que tenemos que enfrentarnos no es el de la seguridad de la central si no el de la politica energética que queremos que defina nuestro país", defendió.
Al respecto, el PSE apostó por una combinación de fuentes energéticas distintas que se dirijan a una progresiva sustitución de fórmulas contaminantes y que generan dependencia exterior, a energía renovables limpias que encontremos en nuestro entorno". Por ello, apostó por poner en marcha en la zona donde se encuentra la central "un nuevo modelo energético y productivo", ya que "puede ser una oportunidad de negocio y de creación de empleo para empresas vasca punteras en energías renovables".
"Queremos que el cierre de Garoña sea el principio de una nueva etapa para la zona afectada, con un plan de reactivación económica y de empleo, y para poner en marcha un nuevo modelo energético, limpio y sostenible", concluyó.
CENTRAL "OBSOLETA".
El parlamentario del PNV, Norberto Aldaiturriaga, por su parte, apostó por el cierre de la central aduciendo razones de "obsolescencia y seguridad" , ya que se trata de una central de 'primera generación' construida hace 38 años. Además, consideró que "los problemas de seguridad por agrietamientos que presenta no compensan los riesgos a la población con los hipotéticos beneficios que se obtengan por su actividad". "Actualmente nadie autorizaría la apertura de una instalación de estas características", insistió.
En ese sentido, afirmó que "por muchas reformas que se hagan de las instalaciones según los técnicos existen aspectos estructurales intocables, ya que la vasija con grietas no se puede cambiar". "Sus paradas reafirman la postura de que existe riesgo para la seguridad de las personas", reiteró.
Desde Aralar, su parlamentario Dani Maeztu, consideró que tras el informe del CSN "subyace la posición política ante la energía nuclear y el modelo energético que se quiere para el desarrollo actual". Al respecto, explicó que Aralar está en contra energía nuclear y a favor de energías renovables, y lamentó que "con el modelo de desarrollo actual es imposible, ya que es necesario un modelo de desarrollo sostenible y equilibrado que deje fuera los intereses económicos".
El parlamentario de EA, Jesus Maria Larrazabal, explicó que tanto la proposición no de ley original como la enmienda transaccional "no entran en el debate sobre la energía energética" y consideró que con la introducción de la referencia a la elaboración de planes socioeconómicos, la iniciativa se ve "enriquecida", ya que "apuesta por mantener derecho al trabajo de trabajadores de Garoña".
Asimismo, solicitó al Gobierno central que sea "totalmente transparente" a la hora de ofrecer información sobre la central y recordó que en anteriores ocasiones, tanto la Cámara vasca como las Juntas Generales y la Diputación alavesa se han pronunciado en términos parecidos a la actual iniciativa. "El cierre es una exigencia popular que hay que recoger y responder con calma, poca ideología y mucha seriedad científica y económica", defendió.
Finalmente, el parlamentario de EB, Mikel Arana, recordó que el próximo 5 julio finaliza licencia explotación y defendió que "el Gobierno central no debería demorar más su respuesta . "Sigo sin explicarme qué dudas tiene Zapatero cuando se sabe que no es segura", indicó.