MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El presidente del comité de empresa de Iveco Pegaso, Fructuoso Cuesta, reclamó hoy a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que "cumpla sus promesas" y "no deje morir" a la empresa, que atraviesa su segundo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y que podría verse afectada por un tercero que dejaría a 1.024 trabajadores en la calle.
Tras reunirse con el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, el presidente del comité de empresa recordó que hace casi un mes, el pasado 5 de mayo, los representantes de los trabajadores visitaron a la presidenta madrileña, "que se comprometió a que, a través del consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, iba a convocar una reunión".
En esta reunión, estarían presentes las tres administraciones --la central, la autonómica y la local--, que en este caso es el Ayuntamiento de Madrid, pese a que la fábrica esté muy cerca del término municipal de San Fernando de Henares --está ubicada en la avenida de Aragón--.
Sin embargo, según denunció Cuesta, "no se ha vuelto a saber nada" pese a que Aguirre dijo "que iba a ser cosa de tres o cuatro días", insistió, recordando que en dicho encuentro llegaron incluso a llamar al ministro de Industria, Miguel Sebastián, que estaba de viaje por Nueva York, para instarle al encuentro.
Cuesta explicó que no sólo no han tenido esta reunión, sino que ellos por su cuenta han visitado el Ministerio de Trabajo y el de Industria así como el Ayuntamiento de Madrid, que en temas de formación ha sido "bastante receptivo", según destacó. "Pero la Comunidad, muy buenas palabras, pero nada", apostilló.
"Podemos morir de amor porque a todas las administraciones que vamos nos quieren mucho pero en este momento ha llegado el fin del amor, y después de mes y medio de querernos, se necesita una mesa de negociación para salir de esta situación", apuntó Cuesta, quien explicó que el nuevo ERE no sólo supondrá el despido de 1.024 trabajadores de la empresa sino que afectará a más de 4.000 compañías que trabajan como auxiliadoras.
Así, consideró que detrás de los despidos del millar de trabajadores, que supone que uno de cada dos empleados de la parte productiva se va a la calle, está el cierre de la planta. Por ello, aseguró que se mantiene la convocatoria de movilización para el próximo viernes y alertó de que si la situación continúa, tendrán que salir a la calle con sus familias.
"No podemos morir de esta forma, dependen muchas empresas colaboradoras", indicó Cuesta, al tiempo que abogó, "como dicen, sobre todo, los políticos", por entrar en un nuevo ciclo "que no sea del ladrillo, sino centrado en el I+D". "Esta fabrica es la empresa que tecnológicamente mejor está preparada en España y en Europa para fabricar pesados", añadió.
A su juicio, es la "joya de la corona" tecnológicamente hablando "para que la dejen morir en las administraciones, especialmente en la Comunidad de Madrid, donde Aguirre ha hecho promesas que todavía no se han visto", insistió.
Iveco ya vivió un primer ERE que consistió en la suspensión de empleo durante 50 días laborales para toda el área productiva, donde se vieron afectados un total de 1.900 trabajadores, de los 2.900 empleados que tiene la factoría. El segundo ERE, que concluye esta misma semana, consistió en la suspensión de 65 días laborales, esta vez, para toda la plantilla, incluido el área comercial.
Los trabajadores han pedido una prórroga, que termina este domingo, para negociar esta situación. El tercer ERE pondrá a 1.024 trabajadores en la calle (954 de producción y 70 de oficinas) y casi 900 empleados estarán con suspensión de días. Según Cuesta, si la empresa se cierra al final, "entre 4.000 y 5.000 trabajadores" perderían su empleo por ser componentes y auxiliares que viven de la industria del automóvil.