
En el imperio Español no se ponía el Sol, sobre todo durante las seis décadas que el Imperio Portugues formó parte de él. Pero en Francia sigue sin ponerse y Nueva Caledonia comienza a darle serios problemas, como ya ocurrió en los años 80. El independentista Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS) ha provocado serios incidentes tras la modificación de una ley electoral que permite votar a los franceses europeos. En Nueva Caledonia se han celebrado hasta tres referendos de autodeperminación y siempre triunfó el "no" a la independencia.
En el imperio Español no se ponía el Sol. En Francia sigue sin ponerse y Nueva Caledonia (Caledonia es el nombre latino de Escocia) vuelve a darle serios problemas. Ya ocurrió en los años 80, cuando Nueva Caledonia vivió intensas y violentas protestas por parte de los recién agrupados en una coalición independentista llamada Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista (FLNKS), que surgió en 1984.
Lo cierto es que a Francia vuelve a a darle dolores de cabeza este territorio, francés a todos los efectos, que está ubicado en Oceanía, en el océano Pacífico Sur, y que tiene el estatus sui géneris de colectividad territorial francesa.
Este grupo de islas y archipiélagos que se encuentra a 16.000 kilómetros de París fue colonizado por Francia durante la primera mitad del siglo XIX. Nueva Caledonia fue convertida en posesión francesa en 1853 y sirvió después como colonia penal durante cuatro décadas. Su capital es Numea, en la isla de Grande Terre.

Este territorio francés tiene una población que supera los 271.000 habitantes y, a diferencia de la Polinesia Francesa y de Wallis y Futuna, que son colectividades francesas de ultramar, tiene ese particular estatus sui géneris tras el el Acuerdo de Numea, que concedió a Nueva Caledonia una situación especial dentro de la República Francesa.
En Nueva Caledonia existe un potente movimiento independentista que encarna sobre todo el Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista. Se han celebrado hasta tres referendos de autodeterminación y siempre triunfo el "no" a la independencia.
El 4 de noviembre de 2018 el "no" obtuvo un 56,4% de los votos, con una participación del 80,63%; en 2020, el "no" ganó con el 53,26% de los sufragios; y en el referéndum de 2021, el "no" ascendió al 96,49% debido sobre todo de la baja participación, de apenas un 44%, tras el llamamiento a no participar por los partidarios del "sí" a consecuencia de su preocupación por las consecuencias de la Covid-19.

Cuatro décadas de reivindicaciones independentistas
Nueva Caledonia forma parte desde 1986 de la lista de de territorios no autónomos de Naciones Unidas. Un año antes comenzó a hacerse notar el FLNKS, que estaba liderado entonces por Jean-Marie Tjibaou, asesinado en 1989. El partido pedía entonces la creación del Estado Independiente de Kanaky.
En todo caso, junto con otros territorios de la Polinesia Francesa y Wallis y Futuna, Nueva Caledonia, sigue siendo una de las dos colonias de la República Francesa para la ONU.
Estas islas fueron una colonia como tal hasta 1946, después un territorio de ultramar hasta 1999. En la actualidad, el estatus único de Nueva Caledonia se sitúa entre el de un país independiente y un departamento de ultramar francés. La República Francesa se encargará de los asuntos exteriores, justicia, defensa, orden público y tesorería.

También se introdujo una nueva ciudadanía que rezaba que solo los ciudadanos de Nueva Caledonia tenían el derecho a votar en las elecciones locales, medida criticada porque convertía a los franceses de Europa que viven en Nueva Caledonia en ciudadanos de segunda clase, por no contar con la ciudadanía de Nueva Caledonia debido a su de reciente su llegada a las islas.
Ahora, el Parlamento frances ha revertido la situación y permite votar a los franceses europeos gracias a una nueva ley electoral que ha provocado violentas protestas en Nueva Caledonia. En cualquier lugar, Nueva Caledonia continúa siendo parte integral de la República Francesa y sus habitantes son ciudadanos franceses y tienen pasaporte francés.
El territorio tiene dos representantes a la Asamblea Nacional Francesa y un senador en el Senado de Francia. Eso sí, desde el 17 de julio de 2010, la antigua bandera independentista canaca es la enseña cooficial de las islas junto a la de Francia.
El porqué de los disturbios

En las últimas semanas, al menos seis personas han muerto, cuatro civiles y dos gendarmes, en Nueva Caledonia, en la peor ola de volencia desde los años 80, lo cual ha llevado incluso al presidente francés Emmanuel Macron a desplazarse a Numea, para pedir calma a la población.
Dijo que su deseo, junto con el de sus ministros y su gobierno, era "estar junto al pueblo y ver un retorno a la paz, la calma y la seguridad lo antes posible", tras haberse producido numerosos tiroteos, incendios provocados, destrucción de propiedades y docenas de actos vandálicos que han provocado la perdida de millones de euros.
Francia mantiene la declaración de Estado de emergencia en la zona y ha enviado hasta 3.000 gendarmes a Nueva Caledonia, donde se han producido al menos seis muertes, cerca de 300 detenciones y 84 policías y gendarmes han resultado heridos.

Los contecimientos se precipitaron precisamente el pasado 13 de mayo, cuando en París debatía la modificación de la Constitución francesa para realizar cambios en el censo electoral de Nueva Caledonia y, entre otras cosas, permitir el voto a los franceses que residan en Nueva Caledonia desde hace 10 años. La Asamblea Nacional aprobó un proyecto de ley que permitirá votar en las elecciones locales a esos residentes y buena parte de la población local enfureció con la noticia.
Los opositores temen que la medida beneficie a los políticos profranceses en Nueva Caledonia y margine aún más a los canacos, que pasaron décadas sufrieron políticas estrictas de segregación y discriminación.
Qué es el FLNKS
Francia acusa a Azerbayán de injerencias en la zona y de apoyar a los independentistas canacos, representados por el citado Frente Canaco y Socialista de Liberación Nacional (FLNKS). Se trata de una alianza independentista que este año cumple 40 años desde su creación en 1984, tras la fusión de varios partidos. Sus partidarios son en su mayoría indígenas canacos, aunque no todos.

El FLNKS lo componen la Unión Caledonia (UC), un antiguo partido multiétnico de centro izquierda; y la Unión Nacional para la Independencia (UNI), movimiento político con sede en las inmediaciones del pueblo de Poya.
También están dentro el Rally Democrático de Oceanía, grupo polinesio valisiano-futunio; y el Partido de Liberación Kanak (Palika), la formación más radical, fundada por estudiantes de izquierda que volvieron de Francia tras los disturbios de mayo de 1968. Todos estos grupos tienen grandes diferencias políticas, pero coinciden en que apoyan la independencia de Nueva Caledonia .
Desde principios de la década de los 90 del siglo pasado, el partido FLNKS ha estado dividido entre la UC y la UNI y, como resultado, las dos facciones a menudo presentan candidatos y listas diferentes y, sobre todo, no logran ponerse de acuerdo sobre la elección de un líder para el FLNKS.
Francia espera controlar la situación

Francia no es en obsoluto partidaria de la independencia de Nueva Caledonia, al contrario. El presidente francés, Emmanuel Macron, mantuvo este jueves una primera reunión con responsables políticos de la región para intentar relanzar un diálogo entre comunidades que ponga fin a los disturbios, sin que haya un retroceso institucional.
Macron apostó por el retorno a la calma, pero advirtió de que eso no podrá hacerse dando marcha atrás sobre el plano institucional, en concreto sobre el resultado de los tres referéndos de autodeterminación celebrados. "El apaciguamiento no puede ser no respetar la expresión popular que ya se ha manifestado", señaló el presidente galo.
Sin embargo, Macron sigue sin aclarar si se mantendrá la controvertida ley constitucional que abre el censo electoral del territorio, cuya aprobación por parte del Parlamento francés desató la oleada de protestas hace unos días.

Una economía basada en el níquel
Nueva Caledonía basa su economía en tres pílares básicos. Por un lado, el pilar más destacado: la extración de minerales, especialmente de níquel, pero también de cobalto, magnesio, hierro, cromo o manganeso. También destacan el turismo y las transferencias financieras de la parte continental de Francia, que suponen 16% del PIB.
La región ha experimentado un dinamismo económico particularmente fuerte desde 2003, aunque bastante desigual. Desde entonces crece entre el 4% y el 5% anual, que llegó a superar en 2006 (5,7%), aunque cayó hasta el 3,7% en 2020.
Su economía depende poderosamente de los precios del níquel en los mercados internacionales. La extración comenzó en el siglo XIX y sus yacimientos suponen entre el 20% y el 40% de las reservas mundiales y el 9% de la producción mundial. El sector del níquel emplea a alrededor del 3,5% de la población activa de Nueva Caledonia.

Pero uno de los grandes problemas de la extracción de minarales es que se cuestiona esta industria, especialmente por parte de los canacos, por sus impactos medioambientales negativos. La Zona económica exclusiva (ZEE) de Nueva Caledonia comprende el 98,5% del océano y, por lo tanto, los fondos marinos susceptibles de albergar yacimientos.
Actualmente, la mitad del níquel exportado se hace como mineral en bruto, más de 4 millones de toneladas de mineral en bruto exportado cada año, más de 54.000 toneladas de níquel contenido o el 43,5% de la producción local. La otra mitad se exporta en forma de productos metalúrgicos y es producida por la fundición Eramet-SLN en Doniambo, en Numea, que produce unas 60.000 toneladas de níquel al año.