Si analizamos el perfil de la figura emprendedora en nuestro país nos daremos cuenta de que en su mayoría son hombres; de hecho, acaparan el 80% del total, por lo que, solo el 20% restante son emprendedoras. Un dato que apenas se ha movido en la última década y que da muestras de una clara situación de estancamiento. Por tanto, el número de mujeres que deciden iniciar un negocio en nuestro país sigue siendo bastante inferior al de los hombres. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado el último estudio Mapa del emprendimiento español South Summit, y que refleja la profunda brecha aún existente entre ambos sexos.
No es un problema únicamente local. Si extrapolamos estos datos a un entorno global, el análisis tampoco resulta positivo. En el mercado europeo menos del 20% de las nuevas empresas creadas corresponden a mujeres. Lo mismo ocurre en el entorno empresarial norteamericano y latinoamericano (21% y 24% de emprendedoras, respectivamente). Curiosamente, el continente africano es el que más mujeres emprendedoras tiene, con un 29%.
La escasa financiación y la falta de referentes femeninos son dos de los principales obstáculos a los que se enfrentan aquellas mujeres que quieren iniciar un negocio. De este modo, no es de extrañar que en nuestro país solo el 18% de las nuevas empresas hayan sido puestas en marcha por mujeres de los casi 20.000 startups que se crean al año. Y eso sabiendo que si se impulsase la presencia femenina en la creación de empresas, el PIB nacional podría crecer un 18%. De hecho, Teresa Alarcos, consejera independiente, fundadora y presidenta de W Startup Community, recuerda que "los estudios de la OCDE hablan de un incremento del 3% del PIB en los países que tengan mujeres en sus consejos y equipos directivos".
En cuanto a los startups españoles fundadas exclusivamente por mujeres, estas han experimentado un ligero crecimiento en el año 2023. Ahora bien, a pesar del mayor protagonismo de las mujeres en el universo emprendedor hay que tener en cuenta que gran parte de las nuevas empresas siguen siendo cocreadas por hombres y mujeres. Alarcos subraya que "apenas un 5 o 6% son creadas exclusivamente por mujeres". Uno de los motivos por el que María Benjumea, fundadora del portal Infoempleo, exvicepresidenta del círculo de empresarios y creadora y actual CEO de Spain Start Up, se pregunta: "¿Qué tenemos que hacer para convencer a las mujeres de emprender? Un gran porcentaje del emprendimiento está ocupado por hombres, pero las oportunidades son totales para todos". Para la directiva, la falta de financiación no se debe en ningún caso a la presentación de buenos proyectos; de hecho, según Benjumea "hay que trasladar a las mujeres que son buenísimas y que sus startups funcionan muy bien".
No es para menos, los datos señalan que las mujeres son extraordinarias gestoras. Las startups fundadas por ellas generan un 10% más de ingresos que las fundadas por hombres. A esto se suma que las empresas creadas por mujeres fracasan un 27% menos que las de los hombres. Asimismo, un 24% de las mujeres ha conseguido un exit, mientras que solo el 9% de los hombres ha logrado vender su empresa emergente. Pero, los avances en términos de igualdad no logran poner fin a la amplia diferencia en las inversiones que reciben los proyectos de ambos, tal y como señala la compañía de datos Pichbook. Mientras que las startups fundados por hombres reciben el 79,5% de las inversiones, las creadas por mujeres apenas se llevan el 1% del total.
Estas cifras se mantienen en línea con el número de hombres que dirigen los principales fondos de inversión, cuya cifra alcanza el 90% del total. Pitchbook también remarca que entre el 2008 y el 2023, el 93,1% de las operaciones de riesgo han sido acometidas por hombres, frente al 6,9% de los casos en el que ha sido una mujer quien ha decidido. En cualquier caso, Alarcos señala un dato positivo, "cada vez hay una mayor presencia de fondos y business angels mujeres (personas que invierten su dinero en la fase inicial de compañías emergentes a cambio de una participación en capital)". Para la experta están cambiando las cosas, ya que ahora "los desafíos son iguales para hombres y mujeres, especialmente en el mundo de la innovación, donde todo va tan rápido".
Por otro lado, existe otra barrera a la que deben enfrentarse las mujeres: la falta de referentes femeninos. Alarcos habla de la necesidad de enseñar a los jóvenes la importancia de innovar y poner fin a distinciones de género. "Hay que crear cultura de emprendimiento desde la base, tanto en niños como niñas; de la posibilidad de crear tu propia empresa y del prestigio que supone iniciar un proyecto", remarca. Una opinión compartida por Benjumea, que añade que es necesario para que las "mujeres crean en su proyecto y demuestren a los inversores que merece la pena invertir en él". "Hay que acabar con los estereotipos y moverse y generar un entorno de confianza. Es sano ser ambicioso", recalca.
El porcentaje de mujeres emprendedoras choca directamente con el grado de formación que presentan, en su gran mayoría, más completa que los hombres. Según datos del observatorio W Startup Community, el 15% de ellas cuenta con un doctorado; un 73% tiene, al menos, un máster y el 94% cuenta con título universitario. Pero esto no se refleja en los puestos directivos, donde son los hombres quienes ocupan los puestos de mayor responsabilidad.
Este mismo observatorio afirma que el 45% de estas mujeres ha trabajado en otras empresas antes de embarcarse en sus propios proyectos y únicamente el 7% tiene experiencia en otros startups. Cifras similares al emprendedor masculino. Por último, el 43% de las emprendedoras en España son emprendedoras en serie o, lo que es lo mismo, han participado en la creación de al menos dos empresas a lo largo de su carrera.
La figura de la mujer emprendedora emerge como un pilar fundamental en el panorama empresarial, a pesar de las barreras y desafíos que enfrenta. Aunque los datos reflejen un porcentaje menor de mujeres emprendedoras en comparación con los hombres, es esencial reconocer su valiosa contribución al tejido empresarial. Su capacidad de gestión, demostrada por el incremento de ingresos y la menor tasa de fracaso en sus startups, desmiente los prejuicios y estereotipos arraigados.
Así, aspectos como la financiación o la falta de referentes femeninos son desafíos que deben superarse con políticas inclusivas y promover una cultura emprendedora equitativa desde edades tempranas. Es crucial fomentar la confianza de las mujeres para liderar proyectos exitosos y garantizar la igualdad de oportunidades en el mundo empresarial, que, a su vez, ofrece beneficios a la economía general. Las mujeres emprendedoras no solo son agentes de cambio económico, sino también inspiradoras de futuras generaciones.