
Mientras millones de españoles se toman las fiestas navideñas como un intermedio de descanso en el trabajo, varios cientos de miles ansían la llegada de estas fechas justo por todo lo contrario: para conseguir un empleo.
Durante la campaña de Navidad grandes superficies, pequeños comercios, establecimientos de hostelería o empresas de mensajería disparan su demanda de mano de obra para hacer frente al pico de actividad que se les viene encima entre la última quincena de diciembre y la primera de enero.
Son contratos temporales de corto alcance -rara vez superan el mes de duración- y son ocupados por jóvenes estudiantes, que buscan unos ingresos extra aprovechando el parón de las clases; o por mujeres de mediana edad, que irrumpen ocasionalmente en el mercado de trabajo aprovechando la demanda de mano de obra.
Cientos de miles de empleos
No existen datos sobre el número exacto de empleos que se crean en esta época del año, pero las aproximaciones que se pueden realizar en función de los indicadores del mercado de trabajo sitúan esta cifra cerca de los 100.000.
Según los datos del paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo, el desempleo creció una media de 65.000 personas en los meses de enero de los últimos cinco años. La finalización de la campaña navideña de 2005 dejó en la calle a más de 68.000 personas.
Diciembre es uno de los meses del año en que se gestionan más ofertas de empleo. En 2005, por ejemplo, se tramitaron 1.295.128 colocaciones. En enero sucede todo lo contrario. Las altas de demandantes de empleo se disparan. En el primer mes de 2006 ascendieron a 737.532, de las que cerca de medio millón correspondían a trabajadores del sector de la hostelería. En su mayoría, trabajadoras.
La actividad de las empresas privadas también se multiplica. Adecco asegura que durante estas fechas el volumen de contratos que tramita se eleva un 10 por ciento. Entre diciembre y enero, la empresa gestiona unos 50.000 contratos.
¿Qué perfiles son los más demandados?
Repartidores, camareros, manipuladores, empaquetadores de regalos y... animadores. En estas fechas grandes almacenes y comercios dan empleo a centenares de Papás Noeles y Reyes Magos.
Los grandes almacenes pasan por ser el principal yacimiento de empleo de estas fechas navideñas. Según la patronal del sector, Anged, sus socios contratan 30.000 personas para atender el pico de actividad que se produce en esta época del año.
Son en su mayoría estudiantes y amas de casa; se les contrata en noviembre y pueden permanecer en su puesto hasta finales de enero para atender también la primera oleada de las rebajas. El pequeño comercio es el otro gran sector empleador. La asociación de comercios textiles de Madrid, Acotec, una división que proporciona empleo a 28.000 personas, contrata en este periodo cerca de un millar de trabajadores de temporada.
Las contrataciones estacionales también son habituales en los sectores más vinculados a estas fechas: el juguetero y el turronero.
Juguetes y turrón
El secretario general del Consejo Regulador del Turrón de Jijona, Federico Moncunill, señala que entre septiembre y diciembre trabajan en el sector 2.500 personas, cuando el resto del año se bastan con 500 para atender la demanda.
En una comarca de 7.000 habitante, el sector turronero, que cuenta con 30 empresas, da empleo a cerca de una tercera parte de la población. La relación laboral más habitual es el contrato fijo discontinuo, ya que es una labor que se repite regularmente todos los años.
En la mayoría de los casos se trata de pequeñas empresas familiares que contratan siempre a los mismos trabajadores para la campaña del turrón.
Jijona vive del turrón y cuando llega el calor, del helado. Los mismos trabajadores que fabrican el turrón más famoso de la Navidad se dedican a apaciguar los rigores del verano el resto del año.
El sector juguetero también duplica su personal en temporada alta. Ésta se extiende entre mayo y diciembre, y supone la contratación de 2.500 trabajadores en la comarca de Ibi, en el denominado valle de juguete.
Las empresas jugueteras no suelen recurrir ni a los Servicios Públicos de Empleo ni a las ETT para ampliar sus plantillas en la temporada alta. Como en el caso del turrón, al tratarse de regiones pequeñas se contrata casi siempre a los mismos trabajadores para hacer frente a la mayor producción.