
La Comisión Europea ha presentado este viernes los datos del comercio de emisiones en la UE en 2008. El comercio de emisiones es uno de los mecanismos del protocolo de Kioto de lucha contra el cambio climático que pretenden empujar a que la industria reduzca el CO2 con el que contamina la atmósfera.
Según los datos de Bruselas, la industria española sometida al comercio de emisiones emitió en 2008 un total 163.456.374 toneladas de CO2, superando el máximo de licencias de emisión establecido en España en 154.045.898 toneladas. La diferencia es de 9.410.476 toneladas.
La industria tiene ahora tres maneras de subsanar este desfase. Emitir menos el año que viene para enjugar la diferencia; pagar una multa; invertir en proyectos de desarrollo de tecnologías verdes en países en vías de desarrollo; o recurrir al mercado de emisiones de CO2.
Cotización del CO2
Las empresas que hayan consumido menos licencias de CO2 de las que les han sido asignadas porque han invertido en tecnologías límpias o porque con la crisis han reducido su actividad, pueden revender las licencias que les sobran. Es un premio por su eficiencia en la lucha contra el cambio climático. Y las que han emitido de más, pueden comprarlas para evitar el castigo mayor de una multa.
Según ha asegurado este viernes la Comisión Europea, la tonelada de CO2 cotiza en el mercado del Viejo continente a unos 14,5 euros. La cuenta es fácil. Si la industria española recurriera hoy a comprar todas las licencias que necesita para no ser multada por su exceso de malos humos en 2008, tendría que desembolsar el el resultado de multiplicar las 9.410.476 toneladas que ha emitido de más, por los 14,5 euros que cuesta emitir cada una. Es decir, la factura conjunta se elevaría a 136,451 millones de euros.
Otra opción es esperar a ver cómo evoluciona el precio de mercado. En el pasado rondó los 30 euros por tonelada de CO2, pero también ha habido momentos que se ha acercado a cero euros.