El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ha vuelto a incidir en la importancia de llevar a cabo test de estrés en la banca europea para comprobar la viabilidad de las entidades y ha instado a los Estados miembro a que les ayuden a desprenderse los activos toxicos. Además, ha recordado que las reestructuraciones son "esenciales" para recuperar la estabilidad financiera.
"Varios países están abordando ahora el problema de los activos dañados en el balance de los bancos. Animamos a los Estados miembros a que sigan por esa vía y complementen estos esfuerzos con pruebas de estrés", indicó Almunia en un discurso pronunciado durante la conferencia Foro Económico de Bruselas 2009, que organiza el Ejecutivo comunitario.
Los ministros de Economía de la UE han acordado someter a los principales bancos comunitarios a una prueba de estrés, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, para comprobar su grado de resistencia ante la crisis. Los análisis los realizarán los supervisores nacionales a partir de una metodología común que elabora el Comité Europeo de Supervisores Bancarios.
Los resultados se conocerán en septiembre pero no entidad por entidad, ya que es competencia nacional detectar las necesidades de capital de los bancos, sino de forma agregada.
Reestructuraciones esenciales
En opinión del comisario de Asuntos Económicos, es imprescindible resolver los problemas que están en el origen de la crisis, para restaurar la confianza en el sector bancario y acelerar la recuperación. Por ello, reclamó a los bancos que revelen todas sus pérdidas para que los Gobiernos puedan ayudarles de la manera más eficaz posible.
"La crisis nunca se resolverá simplemente inyectando grandes cantidades de dinero público en un sector bancario debilitado. Este fue el enfoque japonés de principios de los noventa y condujo a una década de bancos zombis, bajo crecimiento y deflación", avisó.
Por eso, reiteró que hay que reestructurar a las entidades con problemas: "La reestructuración es esencial para garantizar la estabilidad financiera y conseguir que las instituciones vuelvan a funcionar de manera normal". "Es un requisito clave para la recuperación", añadió.
Sin embargo, Almunia considera es poco probable que tras la crisis el sector financiero vuelva a ser el "motor de crecimiento" que ha sido durante la última década. "Las instituciones financieras estarán menos apalancadas, serán más reacias al riesgo y se tendrán que adaptar a nuevos requisitos de capital. El dinamismo que venía previamente de los mercados financieros tendrá que encontrarse en otra parte", afirmó.
Signos positivos
Almunia aseguró que, gracias a las medidas de estímulo aprobadas por los Estados miembros y a las bajadas de los tipos de interés acometidas por el BCE, se aprecian "signos positivos" tanto en los mercados financieros como en la economía real.
No obstante, dejó claro que "todavía no se está en una situación de vuelta al crecimiento" y recordó que, de acuerdo con las previsiones de la Comisión, la economía de la UE se contraerá un 4% este año y experimentará sólo una "recuperación gradual" en 2010. Además, este escenario podría empeorar si la crisis económica y la crisis financiera se retroalimentan.