Es una moda y tiene buena venta. "Lo lógico es que haga un mayor esfuerzo la gente que tiene rentas más altas", dijo ayer Leire Pajín en una rueda de prensa celebrada a la conclusión de la Comisión Permanente del PSOE. ¿Será una subida de impuestos la carta en la manga del Rodríguez Zapatero en el debate sobre el Estado de la Nación?
Desde el Gobierno y el Partido Socialista, al menos, se viene preparando el terreno de varias formas. Por un lado aplaudiendo todas las iniciativas de otros Gobiernos que han tomado esta decisión; por otro lado, adoptando la fórmula que popularmente puede tener mejor acogida, que los afectados sean los ricos. Y, entre medias, filtrando informaciones sobre la evolución negativa de la presión fiscal en el ejercicio de 2008, año en que los ingresos tributarios del Gobierno sobre el PIB se redujeron algo más de cuatro puntos porcentuales y rompieron la racha creciente iniciada en 2004.
Además del Impuesto de la Renta, la consideración fiscal extensiva de rentas altas, para el Gobierno puede afectar a los carburantes y al tabaco, cuyos respectivos impuestos el Gobierno tiene decidido elevar y, para ello, tiene elaborado el correspondiente borrador de Real Decreto.
Hay que recaudar más
Los argumentos del Gobierno giran en torno a la necesidad de recaudar más, porque hay que gastar mucho más. Y los impuestos no acaban de tirar. En el IRPF, los ingresos en el primer trimestre han descendido el 9,6%, sobre un año, 2008, en el que ya la reducción de recaudación se hizo sentir en términos muy parecidos. También se han resentido las recaudaciones por carburantes, con una caída del 8,3% (en lo que influye el precio disparado en el primer semestre del año pasado) y en el tabaco (-4%).
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Sopesa la subida de impuestos desde diciembre
