Economía

Los despedidos de 'El Pocero': "Nos obligaron a protestar ante el alcalde"

Trabajadores del macro complejo de viviendas "Francisco Hernando", propiedad de Paco el Pocero. Foto: Archivo
Mario Martínez tiene 38 años y una familia a su cargo. Desde 2004 ha trabajado en la polémica obra del PAU del Quiñón en Seseña. Sin embargo, sabe que Papá Noel no acudirá esta Navidad a su casa a dejar regalos para los pequeños. El 14 de noviembre recibió la carta de despido.

El motivo no lo conoce, aunque él cree que no estar de acuerdo con la política de la empresa ONDE 2000, propiedad de Francisco Hernando -más conocido como El Pocero- le ha costado el puesto de trabajo.

Mario, al igual que Óscar, otro ex trabajador del constructor manchego, sabe cuándo se jugó su empleo: en las manifestaciones de trabajadores que El Pocero organizó contra el alcalde tras la paralización de las obras. Ellos no aceptaron que les coaccionasen para pedir unas licencias sin dejarles primero conocer las dos versiones. "A nosotros nos dijeron que o íbamos al Ayuntamiento o nos descontaban el día, así que allí fuimos por segunda vez el 13 de noviembre. Cuando dieron las dos nos mandaron irnos y nos dieron el resto del día libre para que nadie se quedase".

Manifestarse le costó el puesto

ONDE 2000 afirma que Óscar llamó al alcalde después de la manifestación para solidarizarse y se refirió a él como compañero de partido. Después de esa protesta recibieron una carta de despido con fecha 13 de noviembre. Es decir, el día que estuvo en la plaza del Ayuntamiento ya estaba despedido pero no lo supo hasta el siguiente. Francisco Hernando del Saz afirma que también existieron métodos chantajistas por parte de algunos trabajadores: "A nosotros nos dijeron o nos dais más, o contamos a los medios que nos habéis obligado a ir a la manifestación contra el alcalde".

Al igual que otros trabajadores, ellos fueron al Ayuntamiento a pedir explicaciones y el alcalde no sólo les recibió sino que les enseñó todos los documentos que mostraban por qué no podía dar licencias.

El 14 de noviembre Mario y Oscar desayunaron con la carta de despido y con unas declaraciones de El Pocero en las que decía que se iba a gastar 12 millones de euros de su bolsillo para que ningún trabajador fuese despedido y que todos pudiesen pasar las vacaciones de Navidad. Mario no daba crédito, porque ya habían sido despedidas más de 40 personas junto con él. El viernes 24 de noviembre fueron despedidas otras 100.

Sin licencia, no hay trabajo

ONDE 2000 cuenta con unos 3.000 trabajadores y el 80 por ciento de los despidos han sido recurridos por considerar los afectados que son improcedentes. Pero eso es algo que a la empresa no le preocupa, según Francisco Hernando del Saz, hijo de El Pocero: "Si no están de acuerdo, que lo vayan a liquidar al SMAC y punto. Esa es una cuestión entre el trabajador y la empresa. Nosotros tenemos que hacer una regulación de plantilla antes de lo previsto, en función de las obras que tenemos. Lo que no podemos es seguir con las obras de urbanización sin tener licencias".

El 1 de diciembre unas 47 personas fueron a las dependencias de la empresa para firmar el finiquito, pero sólo los más necesitados firmaron. En la liquidación les incluyeron la paga de Navidad y el sueldo de noviembre. "Saben que al no firmar nos dejan sin dinero y que hasta febrero por lo menos no podremos empezar en otra obra; por eso sólo han firmado los que más lo necesitan. Es un despido improcedente y no normal como ellos pretenden". ONDE 2000 tiene una respuesta a estas acusaciones: "No hemos esperado hasta enero, hemos empezado en diciembre porque vemos que nuestra situación no tiene visos de cambiar".

Óscar afirma que a todos les han dejado muy claro que si reclaman lo que les corresponde en la liquidación, ONDE 2000 ya no contará con ellos y, por supuesto, si la denuncian tampoco. "A la vez, te despiden y te amenazan. Sé que al no firmar, esta Navidad no tendré un duro pero no pienso dejar que me pisoteen más".

El dolor del constructor

El hijo de El Pocero tiene otra versión de los hechos: "Al primero que le duele tener que despedir a sus trabajadores es a nosotros. Sabíamos que iba a salir esto, porque ya habíamos conocido estas amenazas. Incluso ha habido peleas entre los trabajadores, y entre trabajadores y el jefe de obra, porque éste mantenía a unos y no a otros".

El Residencial Francisco Hernando lo forman varias urbanizaciones. Cada obrero es contratado para una de esas urbanizaciones, pero cuando se acaba una se pasa a la siguiente. Por eso, Mario y Óscar consideran que les despiden por no estar de acuerdo con ellos. "Aunque el alcalde no dé más licencias allí queda trabajo para al menos un mes y si nos despiden es porque no nos dejamos manipular, no existe ningún otro motivo".

Así es como Mario y Óscar definen su situación: "Entre los trabajadores existe mucha tensión. Tan sólo hay un encargado que se desentiende de los problemas que tengas. Eso es como un cuartel, hay diferentes rangos y todos han sido escogidos a dedo, hasta nosotros". La empresa reconoce que no existe representación sindical, aunque añaden que la habría si los trabajadores lo pidieran.

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