MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, tildó hoy de "cortoplazistas" y de "poco calado" las medidas anticrisis adoptadas por el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero, y advirtió de que hace falta decisiones "importantes", aunque sean políticamente "poco gratas".
Boada realizó estas declaraciones durante el acto inaugural del XX Congreso Español de Gerencia de Riesgos y Seguros organizado por la Asociación Española de Gerencia de Riesgos y Seguros (AGERS), que cuenta con la presidencia de honor del Rey Don Juan Carlos, en el año en que la asociación celebra su vigésimo quinto aniversario.
"Las medidas nos parecen contraproducentes en algunos casos, los 8.800 millones destinados a los ayuntamientos es una medida cortoplazista. Vemos muchas medidas pero ninguna de ellas es de calado. Sin otras acciones vamos a tener una situación de paro estructural, y no vamos recuperar tasas del 4% de desempleo que deberíamos plantearnos como mejor situación", afirmó Boada.
El presidente de los empresarios prosiguió su discurso alertando de que "si no se toman una serie de medidas importantes, y desde el punto de vista político poco gratas, el problema no es cuándo vamos a salir de la crisis, sino si vamos a salir reforzados o debilitados en un mundo que cada vez es más competitivo".
Boada habló de un modelo de crecimiento desequilibrado causante de la actual situación de crisis, y subrayó que cuando se restablezca el sector inmobiliario, "lo razonable es que sea un motor de crecimiento, pero no el principal motor", y defendió que su aportación a la economía nacional sea en torno al 5% del PIB y no un 13% ó 14% "como ha sido el caso de los últimos años".
Del mismo modo, el directivo afirmó que existen otros sectores con un mayor valor añadido que deben tomar el relevo para incrementar el PIB y generar empleo, al tiempo que sostuvo que la transición de un modelo a otro "no se hace de la noche a la mañana".
Entre otras advertencias, como el peligro de la dependencia energética de la economía o la necesidad de un marco regulatorio coordinado entre las autonomías, Boada recordó que el envejecimiento de la población existente en España "pone en peligro el actual sistema de pensiones", al tiempo que vaticinó que en el 2025 el sistema tendrá "serios problemas", por ello reclamó cambios fundamentales en el mismo, "ya que las pensiones se seguirán pagando, pero será endeudándose o detrayendo dinero de otras fuentes".