Ocaña admite que el Gobierno revisará al alza las previsiones de déficit, aunque mantiene el objetivo de acercarlo al 3% en 2012
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Estado registró en el primer trimestre un déficit de 7.586 millones de euros, en términos de Contabilidad Nacional, el 0,69% del PIB, frente al superávit de 3.387 millones de euros del mismo periodo del año anterior, según los datos ofrecidos hoy por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 37.974 millones de euros, un 8,7% más, mientras que los ingresos sumaron 30.388 millones de euros, lo que supone una caída del 20,7%.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 11.345 millones de euros, frente al superávit de 1.272 millones del primer trimestre de 2008.
Ocaña recordó que las cifras del primer trimestre son aún provisionales y que no se pueden sacar conclusiones de cara al cierre del año, aunque admitió que los datos "apuntan con claridad" a la mala evolución de la economía, que da lugar a una evolución similar en la recaudación estatal.
En este sentido y preguntado por el déficit del conjunto de las administraciones públicas en el conjunto del año, Ocaña recordó que el Gobierno posiblemente tendrá que rebajar sus previsiones económicas cuando elabore el techo de gasto para los Presupuestos de 2010, momento que aprovechará para revisar las cifras de déficit, que actualmente sitúan el saldo negativo en el 5,8% del PIB.
Sobre las posibles dificultades para reducir el déficit a tasas más cercanas al 3% en el 2012, Ocaña aseguró que el Gobierno ve este llamamiento como una "obligación" con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y como una "obligación interna" porque el déficit no puede convertirse en algo estructural.
"(La fecha) es razonable, aunque tendremos que hacer esfuerzos importantes en la contención del gasto", señaló el secretario de Estado, quien explicó que una situación excepcional como la actual es "normal" que aumente el déficit, pero que hay que evitar que la situación se prolongue en el tiempo. "Tenemos que reequilibrar las cuentas", añadió.
En las cifras de ingresos no financieros hasta marzo se aportan datos tanto del Estado como de las entregas a cuenta de las administraciones territoriales. Así, la recaudación neta ascendió a 45.550 millones de euros, un 11,9% menos que en 2008, aunque la recaudación del Estado cayó un 18,1%, hasta 31.269 millones de euros.
Los impuestos directos sumaron 20.919 millones, lo que supone un descenso del 10,7%, debido, en parte, a la caída del 9,7% en el IRPF, como consecuencia del descenso de las retenciones del trabajo, principalmente por la deducción de 400 euros, así como por la debilidad del mercado laboral. De hecho, en los tres primeros meses del año, la deducción de 400 ha supuesto 1.280 millones de euros.
SOCIEDADES CAE UN 32,3%.
La recaudación del Impuesto de Sociedades, por su parte, cayó un 32,3% hasta marzo, aunque, según Ocaña, este dato no es significativo y habrá que esperar al primer pago fraccionado del impuesto, que tendrá lugar en el mes de abril.
Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 19.524 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 21,8% menos que en el mismo periodo de 2008, debido, en parte, a que la recaudación por IVA fue de 14.274 millones de euros, un 26,2% menos que en 2008.
Este descenso se debió, según el secretario de Estado, a los mayores aplazamientos contabilizados (1.400 millones de euros), así como a la disminución de los ingresos brutos de las empresas. En este sentido y preguntado por las devoluciones mensuales de IVA, Ocaña dijo que suponen unos 600 millones de euros al mes, lo que demuestra que las empresas se están acogiendo a esta iniciativa "con toda la intensidad".
LOS IMPUESTOS ESPECIALES BAJAN UN 5,4%.
Por su parte, los Impuestos Especiales se elevaron hasta los 4.546 millones de euros, lo que supone una caída del 5,4%. De este capítulo destaca, sobre todo, la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que cae un 17,7%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos registró un descenso del 7,9% por el menor consumo.
Si se tiene en cuenta los ingresos no financieros sólo del Estado sin contar con las entregas a cuenta de las administraciones territoriales, la recaudación por impuestos directos y cotizaciones sociales cayó un 22,4% en el primer trimestre, hasta los 13.594 millones, mientras que la de los impuestos indirectos cayó un 27,6%, hasta 12.568 millones.
En concreto, el Estado recaudó por IRPF 11.678 millones de euros en los tres primeros meses del año (-22,7%) y 1.023 millones por el Impuesto de Sociedades (-32,3%). Además, contabilizó 9.559 millones por IVA (-31,4%) y 2.035 millones (-12,1%).
LOS PAGOS NO FINANCIEROS AUMENTAN UN 15,5%.
Por lo que se refiere a los pagos no financieros, representaron un total de 42.614 millones de euros, lo que supone un aumento interanual del 15,5% en los tres primeros meses del año.
Los gastos no financieros ascendieron a 6.151 millones de euros, cifra que representa un descenso del 5,8%. Los pagos por gastos de personal se elevaron hasta los 5.635 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 5,2%, mientras que las transferencias corrientes crecieron un 13,2%, hasta 22.142 millones de euros.
Con todo, a finales de marzo, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 28.694 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior tenía una capacidad de endeudamiento de 4.523 millones de euros.
Ocaña insistió en la necesidad de tener en cuenta la gestión que ha hecho el Gobierno de determinados impuestos a la hora de analizar la evolución de la recaudación, y aseguró que las cifras de caídas serían menores si el Ejecutivo no hubiera acometido algunos cambios normativos para rebajar la factura fiscal.
NO A MÁS CAMBIOS IMPOSITIVOS.
En cuanto a nuevos cambios, aseguró que el Gobierno es receptivo con las propuestas de los agentes sociales, aunque aseguró que ahora no tiene prevista una modificación fiscal. En este sentido, explicó que una subida de IVA, como proponen algunos agentes, sólo supondría una "dificultad adicional", aunque reconoció que de aquí a tres años habrá que hacer algún ajuste en el Impuesto de Hidrocarburos.
Por otro lado, negó que el Gobierno vaya a reducir el ritmo inversor en partidas como infraestructuras, I+D o en capital humano, y recordó que las medidas paliativas para suavizar el ajuste deberían durar sólo la fase de la crisis, por lo que carecerán de sentido una vez que la economía empiece a funcionar y permitirán así que se recuperen los ingresos del Estado.