
Solo en Estados Unidos, se espera que durante los próximos 20 años se traspases 84 billones de dólares de una generación a otra. Sin embargo, de acuerdo con un informe de la empresa de servicios financieros UBS Group, el 41% de aquellos que llevarán a cabo las donaciones todavía no cuenta con un plan específico para legar su riqueza actual.
Mientras que los 4.500 inversores de 14 regiones a los que UBS ha entrevistado, y que aproximadamente poseen un millón de dólares en activos cada uno, pueden estar pensando en cómo dividir su dinero e inversiones, lo cierto es que casi la mitad no ha concretado sus ideas.
"Incluso tras la dura realidad de la pandemia, muchos inversores ni siquiera están tomando aquellas acciones necesarias para asegurar el éxito en sus transferencias de riqueza", sentenciaba el informe.
¿Falta de preocupación?
Esto no quiere decir que los ricos no se preocupen por la cuestión. Y es que el 76% ya ha considerado si habrá problemas cuando realicen las operaciones, mientras que el 71% busca la manera de minimizar los impuestos de transferencia, y el 70% duda de si las generaciones que le siguen utilizaran dichos activos con inteligencia.
Sin embargo, en el meollo de la falta de planes con respecto a la transferencia de riquezas, la mitad de los inversores preguntados no ha mantenido conversaciones que giren en torno a lo ricos que son en realidad, sobre cómo se invierten sus activos, o sobre la manera en las que los dividirán cuando llegue el momento.
La legitimidad como gran preocupación
Las razones de estas tendencias varían. Por ejemplo, al 66% de los encuestados les preocupa la cuestión de la legitimidad. En el informe se ha revelado que no todos planea dividir su riqueza con igualdad. "Los benefactores que han operado para beneficiar a algunos de sus herederos y no a otros lo tienen claro: el 80% otorgaría más a aquellos con los que mantienen relaciones más cercanas. Otros citan las necesidades financieras del heredero, o su rol en los cuidados", explica el estudio.
Las estructuras familiares donde se involucran hijastros, por ejemplo, presentan mayores problemáticas. El 87% de los inversores en tales escenarios aseguran estar preocupados por la legitimidad. Sin embargo, alrededor del 50% no ve necesidad de tratar esto con urgencia, el 49% está preocupado por que sus hijos y nietos crean que tienen derechos especiales, y el 46% evita hablar de dinero cuando está en familia.
Para aquellos que en principio recibirán las riquezas, el hecho de evitar las charlas sobre dinero es el principal motivo por el que no saben gran cosa sobre los planes familiares de riqueza. "Es delicado preguntar: 'Hola, ¿Qué va a pasar con el dinero cuando te mueras?' Nos mantenemos alejados de esos tópicos", comentaba una persona involucrada en el informe de UBS.
Pueden surgir problemas a largo plazo
Pero el hecho de evitar el tema de conversación puede causar mayores problemas en el largo plazo, tal y como comenta el presidente de la división de Gestión de Riqueza Global de UBS, Iqbal Khan. "Mientras que los inversores quieren que el proceso de herencia vaya despacio, el hecho de no planearlo bien puede resultar costoso y llevar a un conflicto familiar no resuelto", explica.
El estudio ha encontrado que el 40% de esos que ya heredaron los activos se arrepienten de no haber tenido dicha conversación con sus familiares antes. Un tercio de ellos ha dicho que experimentó conflictos con hermanos u otros miembros de la familia, sobre la forma de repartir el dinero pero también sobre cuestiones como "¿Quién se lleva la casa?"
Sin embargo existe una solución. El informe ha reflejado que tanto donantes como receptores están dispuestos a abrir el debate y crear un plan formal sobre inversiones que se traspasan de una generación a otra.