
El sector del lujo parece encontrarse en una especie de dimensión paralela, Mientras la mayor parte de los sectores económicos se preparan para una bajada de la demanda, que por el momento no va con ellos. En esa tesitura se encuentra LVMH, el grupo no ha mostrado signos de debilitamiento de la demanda. Especializado en bolsos de alta gama y champán, ha registrado unas ventas trimestrales de 19.800 millones de euros, superando las expectativas de los analistas en 700 millones, según datos de FactSet.
Uno de los sectores que ha potenciado el impulso del grupo francés ha sido el de la moda y la marroquinería, con las marcas Louis Vuitton y Cristian Dior a la cabeza. Estas dos firmas poseen dos tercios del beneficio operativo –las ganancias sin descontar los impuestos- del grupo. Esta parte del conglomerado del lujo ha tenido un incremento del 22% de las ventas, volviendo a superar las expectativas de los expertos que se situaba en un 16%.
El grupo ha tenido un diferente resultado en los distintos lugares del mundo. El mercado europeo ha mostrado un gran empuje con una intensificación de las ventas de un 43%, debido a los turistas estadounidense, que este verano han visitado el viejo continente aprovechando la paridad del euro frente al dólar de la pasada jornada estival. En el punto medio se encuentra el mercado americano, que ha crecido un 19%, y el asiático ha sido el que menos ha progresado -lastrado por el mercado chino- quedándose en un 2%, a excepción de Japón.
El mayor grupo de lujo del mundo incrementó sus ventas en el tercer trimestre en un 19%. "A pesar de todo lo que ocurre en la economía mundial, la demanda de nuestras marcas sigue siendo muy vigorosa", recalcó Jean Jacques Guiony, director financiero de LVMH, al Financial Times.
Competidores
En el panorama bursátil, las acciones de LVMH han caído un 16% este año, un dato halagüeño si se compara con alguno de sus competidores, como Grupo Kering y Hermes. Estos han sufrido unas caídas más importantes, del 37% y del 19%, respectivamente. Kering, propietaria entre otras de la casa Gucci, logró en los seis primeros meses del año, un aumento de los beneficios del 16% en comparación con 2021, alcanzando los 9.930 millones de euros. Hermes, por su parte obtuvo 1.641 millones de euros en los seis primeros meses de 2022, lo que representa una mejora del 39,8% respecto a 2021.
Las previsiones
Los inversores prevén que se produzca una ralentización de las ventas ante los temores de una inminente recesión. Esto rompería con la tendencia de los dos últimos años, en la que consumidores ricos –especialmente estadounidenses y chinos- se lanzaron a comprar después del Covid. Al mismo tiempo, el Fondo Monetario Internacional recortó las expectativas de crecimiento mundial al 3,2% para este año y al 2,7 para 2023. Poniendo en preaviso de que vienen "aguas tormentosas" debido a la guerra de Ucrania, el continuo aumento de la inflación y la crisis energética.
Ante las preguntas sobre una posible desaceleración, Guiony no cree que la compañía se encuentre en esa situación. Y afirma que las marcas estaban planeando impulsar el marketing y el acercamiento a los clientes de gama alta durante la temporada clave de compras, que va desde el día de Acción de Gracias en EEUU hasta la Navidad y el Año Nuevo chino. "No hemos empezado a apretarnos el cinturón porque no es necesario", señala. A lo que añade, que "debemos seguir invirtiendo porque el crecimiento sigue ahí".
Sin embargo, Aurelie Husson-Dumoutier, analista de HSBC, advierte que "el lujo, por desgracia, no es a prueba de recesión" prediciendo una desaceleración el próximo año. Argumentando que "la resistencia se pondrá a prueba a partir del cuarto trimestre de este año".