Economía

Las nuevas medidas de Truss arrebatarán 1.000 libras a las familias más necesitadas

  • El FMI ha rebajado la revisión de crecimiento de Reino Unido al 0,3%
La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss- Alamy

El recién elegido gobierno británico no para de recibir nuevas críticas por sus decisiones. Tras el varapalo del Fondo Monetario Internacional (FMI), ahora un estudio muestra que las nuevas propuestas del ejecutivo harían perder 1.000 libras a los hogares más pobres. El Gobierno de Truss planea actualizar las ayudas en función del crecimiento de los ingresos medios en vez de según la inflación. Los salarios están aumentando en un 5,5% mientras que la inflación se encuentra en un 10%.

El informe de Resolution Foundation muestra que los grandes afectados, si la medida se lleva a cabo tal y como se ha anunciado, serán las familias con hijos del umbral más bajo, debido a que las prestaciones no han seguido el nivel de la inflación de forma generalizada, una persona típica del quintil más pobre vería cómo sus ingresos se reducen en un 11%, volviendo a los niveles de 2000-01, según el documento. También se advierte de que el número de personas que viven en pobreza absoluta – la población con una renta menor al 60% de la media del Reino Unido-, que aumentarían en 2,9 millones entre abril de 2021 y abril de 2024, pasarían del 17% al 21% de la población británica. Por ejemplo, una pareja con tres hijos perdería al año 978 libras, mientras que una persona sola discapacitada se le restarían 380 libras y a una pareja con un solo hijo – que percibieran prestaciones únicamente por el menor- dejaría de cobrar 52 libras al año.

El think thank señala que la decisión acabaría suponiendo un ahorro de 3.000 millones de libras entre 2026-2027, mientras que el mini presupuesto del ex ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, costaría unos 40.000 millones incluso después de que el ejecutivo cediera a las presiones, y diera marcha a tras al impuesto de 45 peniques. El estudio también muestra que se ahorrará menos de una décima parte del coste de los recientes recortes fiscales.

Jacob Rees-Mog, secretario de Estado de Negocios, afirmó que no se llegará a ninguna conclusión hasta que salgan publicados los nuevos datos de inflación la semana que viene. Según publica The Guardian, dentro de los conservadores y del propio gabinete existen partidarios de una subida acordé a la inflación. Con la destitución de Kwarteng, estas voces discordantes podrían presionar al nuevo ministro de finanzas, Jeremy Hunt, para realizar de dicha forma las ayudas.

Adam Corlett, economista jefe de la Fundación Resolution, dijo: "Estos recortes se producirían en un momento en el que las familias ya están abocadas a luchar contra la subida de los precios, el aumento de las hipotecas y el fin de los planes de ayuda temporal". A lo que se le suma que "las prestaciones no han podido seguir el ritmo de la inflación en la última década, por lo que los niveles de ingresos reales de las familias más pobres de Gran Bretaña caerían a niveles no vistos desde principios de siglo" recalcó Corlett a The Guardian.

Un nuevo culpable

El Banco de Inglaterra (BoE) salió al rescate cuando la economía del país comenzó a tambalearse y acercarse peligrosamente a la recesión. Sin embargo, unas medidas que pretenden finalizar esta semana, algo que no ha sido bien recibido por el ministro de Economía británico, Kwasi Kwarteng, quién en declaraciones para Sky News, sostuvo que cualquier tipo de agitación después de que el BoE retire su plan de apoyo será "un asunto del gobernador". Al mismo tiempo, esta semana el FMI ha rebajado la revisión de crecimiento de Reino Unido al 0,3%.

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