JOUY-LE-MOUTIER (FRANCIA), 24 (Reuters/EP)
El presidente francés Nicolas Sarkozy desveló hoy un nuevo plan de 1.300 millones de euros para luchar contra el desempleo entre los menores de 25 años, ante el creciente impacto del paro juvenil como consecuencia de la recesión económica.
El descontento entre los franceses respecto a las políticas económicas y sociales adoptadas desde el Elíseo ha aumentado en los últimos meses, especialmente en el caso de los jóvenes, y hay convocada una nueva marcha de protesta en toda la nación para el próximo 1 de mayo, festividad internacional del trabajo.
En este sentido, el nuevo plan del Gobierno parece anticiparse a la llegada de las vacaciones estivales, cuando una gran cantidad de jóvenes franceses podrían sumarse a las reivindicaciones y elevar la tensión social en el país.
"Para junio de 2010 nuestro objetivo es ayudar a medio millón de jóvenes a encontrar un empleo y formarse", dijo Sarkozy en un discurso, en el que argumentó que éste era un problema estructural de la economía francesa.
"Algo menos de un joven francés de cada dos tiene empleo. En otros países la cifra asciende a dos de cada tres. Ese es el problema, es algo estructural", señaló el presidente galo, quien cifró en 1.300 millones de euros el coste del nuevo programa.
Bajo este nuevo plan, las empresas se beneficiarán de incentivos fiscales y otras medidas en el caso de contratar a aprendices y fomentar la promoción interna y las prácticas en el seno de las compañías mediante contratos a largo plazo. Asimismo, el programa contempla una mejora de las condiciones para los jóvenes empleados bajo determinados planes laborales.
"Apostamos por el aprendizaje, no hay ninguna razón para que Francia no desarrolle masivamente estas prácticas, que representan un sistema de éxito", añadió Sarkozy.
La cuestión deel empleo de los jóvenes ha sido un asunto delicado en Francia desde que en 2006 el entonces primer ministro, Dominique de Villepin, anunció sus planes para introducir un nuevo contrato de trabajo que facilitaba la contratación y el despido de los jóvenes.
Este anuncio generó una masiva respuesta en las calles que forzó a Villepin a la retirada del plan y prácticamente significó el fin de sus esperanzas para rivalizar con Sarkozy en la carrera presidencial.
A este respecto, Sarkozy quiso marcar distancias y subrayó su convicción de que las leyes laborales deben ser "las mismas" sin importar la edad del trabajador y recordó su oposición a quellos contratos que contemplen "menos derechos sociales por el mero hecho de ser menor de 26 años".