ZARAGOZA, 21 (EUROPA PRESS)
Caja Inmaculada (CAI) obtuvo un beneficio neto de 57 millones de euros en 2008, lo que supone un 33 por ciento menos que en el anterior ejercicio.
No obstante, excluyendo los resultados por operaciones atípicas correspondientes a ventas de participaciones y las dotaciones voluntarias, el beneficio neto recurrente de la Caja alcanzó un importe de 89 millones de euros, lo que supone un incremento anual del tres por ciento.
La Asamblea General de CAI, en sesión ordinaria celebrada hoy, ha aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2008. En esta sesión, el presidente, Antonio Aznar, y el director general, Tomás García, han expuesto los datos más destacados de la actividad financiera y social de la entidad en 2008.
En el actual contexto económico, CAI contó con "importantes" aumentos del crédito y depósitos de clientes. En 2008 la inversión crediticia aumentó un nueve por ciento, más que la media del sector, para llegar a un importe de 8.668 millones. En estos doce meses se formalizaron operaciones de riesgo crediticio por importe de 4.250 millones, similar al de 2007.
La ratio de créditos dudosos se situó en el 2,35 por ciento, inferior a la media de las cajas de ahorros, del 3,68 por ciento, y la cobertura de dudosos en el 91 por ciento, superior al 63 por ciento del sector.
Los depósitos de clientes crecieron un once por ciento, destacando el incremento de las imposiciones a plazo; mientras que los saldos de desintermediación, fundamentalmente fondos de inversión y previsión, descendieron un veinte por ciento, en línea con la adversa evolución de los mercados de valores.
El activo del balance de la Caja alcanzó un saldo de 10.404 millones, con un crecimiento anual del ocho por ciento. La situación de liquidez se situó en 812 millones de euros, equivalente al ocho por ciento del activo, sin apelar al descuento del Banco Central Europeo. Incorporando la disponibilidad de los avales del Estado el porcentaje sube al doce por ciento.
Los depósitos de clientes han aumentado 783 millones de euros y los créditos 732 millones de euros, de forma que los depósitos representan el 95 por ciento del crédito.
Las dotaciones sobre los riesgos típicos de la actividad han sido de 44 millones de euros. Adicionalmente, y atendiendo las recomendaciones de prudencia transmitidas por las autoridades enprevisión del deterioro general de la actividad, la Caja ha dotado 57 millones de euros, hasta alcanzar unos saneamientos totales de 101 millones de euros, un 49 por ciento más que en 2007.
La solidez de Caja Inmaculada fue ratificada en diciembre por la agencia internacional de calificación Fitch Ratings, que confirmó los buenos ratings de CAI de largo plazo en 'A', de corto plazo en 'F1' y de apoyo institucional en '3', y mantuvo la perspectiva estable.
Asimismo, la Obra Social experimentó un fuerte impulso en 2008, lo que le permitió potenciar su vocación social y destinar más recursos a asistencia social, atención a grupos desfavorecidos, cultura, formación, investigación, deporte y a actuaciones de restauración y conservación del patrimonio histórico-artístico y de medio ambiente.
De cara a 2009, CAI considera que tiene una situación de partida mejor que la media del sector "tras dos años de importantes dotaciones en previsión del cambio de ciclo, los fondos constituidos y la situación de la morosidad hasta esta fase de la crisis", por lo que estiman que contarán con un crecimiento de la actividad de entorno al cinco por ciento.