La toma de decisiones llevada a cabo desde perfiles diferentes y diversos proporciona un valor económico a las empresas y, por tanto, la diversidad debe ser implementada en todas las compañías para lograr una mayor productividad. Esta es la conclusión a la que han llegado las participantes de la segunda mesa de debate del foro La realidad en el liderazgo femenino, organizado por elEconomista, en colaboración con Women Economic Forum, y celebrado este lunes 23 de mayo.
Durante su primera intervención, Mirian Izquierdo, presidenta de la Fundación Woman Forward destacó el dato de que "en 2025 podría aumentar un 15% el PIB si no hubiera brecha de genero en el mundo laboral" y añadió que ver el mundo desde "los distintos ángulos de la diversidad permite crear un mayor valor"; "las empresas que tienen mujeres en el gobierno corporativo mejoran sus cifras, especialmente en economía circular", añadió.
Además, explicó que tradicionalmente se ha buscado conseguir la igualdad como un elemento de justicia social y mediante esa vía "hemos avanzado poco". Según afirmó, "hemos avanzado cuando hemos sido capaces de demostrar que la igualdad tiene beneficio económico".
Por ello, su asociación se encarga de difundir investigaciones científicas sobre el valor real de la diversidad y a medir la brecha de género en todos los sectores.
Por su parte, Elisabeth Rodríguez, directora general de UPS para España y Portugal, apoyó la visión de que la incorporación de la mujer a puestos de mando trae prosperidad económica, explicando que las empresas "no podrían haber llegado a donde están sin la diversidad" puesto que las distintas visiones de las diferentes personas proporcionan un valor añadido que fomenta su crecimiento. Como ejemplo puso a su propia empresa, que cuenta con "un 60% de mujeres y un 40% de hombres en el consejo de dirección".
En este sentido, Ana Vidal Cairo, directora de Marketing de España y Portugal de Theramex, ha explicado que en su compañía han llegado al 40% de mujeres directivas frente al 29% del sector farmacéutico, el cual es de los mejores posicionados en materia de participación femenina. Según Vidal Cairo, "La industria farmacéutica es de los pocos sectores donde se puede decir que se ha roto el techo de cristal". Sin embargo, puntualiza que no es la realidad en el resto de los ámbitos económicos. Al igual que sus compañeras, incidió en la idea de que las opiniones diversas ofrecen una forma más creativa de encontrar soluciones y por tanto mejor productividad.
También denunció que "el networking entre los hombres es más habitual y muchas veces se toman decisiones importantes en esos momentos; estas decisiones deben realizarse en horario laboral donde haya hombres y mujeres, ya que todos podemos aportar con nuestro punto de vista".
Por su parte, Margarita de Val, Viróloga e Inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, explicó que el sector público deja que desear en este aspecto; "aunque se supone que se entra por méritos, sí que existe techo de cristal", y respecto a su materia, la investigación, comentó que solo el 25% de las mujeres tiene poder de decisión respecto a las investigaciones. A pesar de ello, se muestra optimista, ya que "en la pandemia se han lanzado más jefas de grupo a investigar y hay más en puestos intermedios", por lo que quiere creer que significa que el CSIC avanza hacia la igualdad.
Respecto al sector público, la presidenta de la Fundación Woman Forward, ha incidido en que "hay un gap enorme en los consejos de dirección" y es, junto con la abogacía, el que peor cumple en materia de igualdad. "Está feminizado en la base, pero en la cúpula existe la misma brecha", comentó. Por el contrario, confirmó que "el sector empresarial farmacéutico es el mas feminizado y el que menos barreras tiene".
La inclusión de los hombres en la lucha por la igualdad
Las participantes incidieron en la necesidad de que los hombres formen parte activa en la búsqueda de la igualdad dentro de la empresa así como visibilizarlos dentro de esta lucha.
"Es necesario implicar una mirada masculina en temas de igualdad", expresó la representante del CSIC y además reivindicó la necesidad de apoyo y ayuda en los asuntos en los que estén más lastradas: "debemos contar con nuestros hombres. Dar más visibilidad a aquellos que nos apoyan, que no se les cuestione si cogen baja de paternidad".
Esta idea fue secundada por Rodríguez, quien incidió en que "los hombres deben tener conciencia y escuchar a las mujeres, porque si han llegado hasta ahí es por que valen. Deben recibir formación para gestionar sus propios prejuicios", ya que muchas veces aunque exista esa presencia femenina en los puestos de responsabilidad no son tomadas en serio.
La directora general de UPS para España y Portugal añadió que "solo puedes creerte que tienes algo que aportar si te dan espacio. Hay que ir a la base, la empresa debe poner como prioridad el impulso a la diversidad y que sea parte de la agenda de todos los comités. Supondrá un refuerzo para los hombres que también se impliquen", por ello, consideró que debe haber una "formación antiprejuicios".
A su vez, la directora de Marketing de España y Portugal de Theramex, pidió que exista una "gestión eficaz de la diversidad"; es decir, que exista una variedad de perfiles en la toma de decisiones.
La necesidad de conciliar
Otro tema candente que se debatió en profundidad a lo largo del foro, fue la conciliación entre la vida laboral y familiar y cómo esto puede suponer un obstáculo para las mujeres a la hora de progresar en su carrera.
Vidal Cairo pidió que se impulsen más políticas de conciliación y explicó lo que se conoce como "escaleras rotas", es decir, mujeres que han tenido mucha trayectoria profesional pero no han llegado a puestos altos por tener que detenerse a causa de la maternidad.
De Val comentó que en el sector de la investigación "hay etapas que requieren más tiempo y otras menos. En algunas de ellas hay mujeres que se quedan atrás o que se las va dejando atrás".
Empoderamiento y educación: herramientas necesarias
Por último, las participantes hablaron sobre las distintas estrategias que pueden llevarse a cabo para romper el techo de cristal.
Según la presidenta de la Fundación Woman Forward existen distintos tipos de barreras que frenan el ascenso de las mujeres. En primer lugar están las que ellas mismas se autoimponen: "crecemos con ellas, nos las creemos, son heredadas a través del colectivo generacional", explicó.
A continuación están las del propio entorno, que son diferentes según las circunstancias de cada una y no las estamos superando. "Estamos yendo para atrás a nivel de la adolescencia. Por las redes sociales, la perdida de valores... Existen barreras por parte de los niños hacia las niñas.
Y por último las estructurales: "son las más importantes, las que menos se ven y las que más imponen por parte de los hombres hacia las mujeres. Hay un puente entre las barreras estructurales y la idea de que los hombres no son conscientes de ellas y las siguen imponiendo".
Según ella, los últimos gobiernos "nos han ayudado en medidas de planes de igualdad", pero afirma que para muchas empresas no genera un valor, ya que "los incorporan de cara al exterior". Por ello pide que las empresas tengan conocimientos sobre "todas aquellas políticas transversales que influyen en que exista igualdad".
Por otro lado, todas ellas incidieron en la necesidad del propio empoderamiento femenino.
Vidal Cairo reivindicó que "el techo de cristal no es una barrera real. Tenemos que creernos que somos capaces de romperlo, que tenemos una perspectiva distinta a los hombres. Tenemos que empoderarnos". Para ello, explicó la importancia de manejar las soft skills, de realizar cursos formativos sobre igualdad, de tener resiliencia y saber establecer los límites de cada una y del mentoring, para ayudarse entre las propias mujeres.
Por su parte, de Val, habló de que era básico para las mujeres "tener una visión amplia" y "probar cosas para descubrir como pueden ser valiosas". Hablando específicamente de su sector, dijo: "en investigación hay que ser muy creativo y pensar de forma transversal, ser humilde para poder desechar errores. Hay que ir cambiando mentalidades y atreverse a ser distinto".
Además, las ponentes concluyeron que la formación desde niños es vital para lograr una igualdad plena.
"Hay que empezar educando desde niñas y las personas de su entorno deben tener una perspectiva de diversidad para no cuestionar su empoderamiento. Además deben ver referentes normales, no solo premios novel sino referentes cercanos", dijo de Val.
Rodríguez comentó: "hay que eliminar las barreras estructurales tanto a nivel socioeconómico como de formación" y "trabajar en la sociedad para que la empresa sea un reflejo de esta. No sirve que el cambio solo sea en las empresas si en la sociedad no está ocurriendo".
Sobre esta cuestión también se expresó Vidal Cairo, comentando que deben existir KPIs de comunicación externa e interna, puesto que las medidas de las empresas "no sirven de nada si los empleados no las conocen. Externamente dan altavoz a la causa mediante los medios y las redes sociales e internamente involucrando a los trabajadores".
Como conclusión, la representante del CSIC comentó: "Tenemos que seguir luchando activamente para llegar a una sociedad igualitaria que es buena para todos".