DETROIT (ESTADOS UNIDOS), 17 (Reuters/EP)
El presidente y consejero delegado de General Motors, Fritz Henderson, aseguró hoy que la corporación aún puede afrontar su reestructuración sin recurrir a la protección judicial si bien admitió que es más probable que la compañía tenga que solicitar el concurso de acreedores para completar el proceso.
El máximo responsable de la multinacional norteamericana aseguró que la empresa no está recibiendo presiones para actuar en un sentido u otro por parte del grupo de trabajo sobre automoción, constituido por el Gobierno de Barack Obama.
Henderson insistió en que la preferencia de General Motors es afrontar esta reestructuración sin recurrir a la suspensión de pagos, pero estaría preparada para solicitar el concurso de acreedores si fuera necesario.
Obama dio el pasado 30 de marzo un plazo de sesenta días a General Motors para presentar al Gobierno un programa de reestructuración más profundo, que garantice la viabilidad de la empresa en el futuro.
Por otro lado, Henderson aseguró que el objetivo de General Motors en Norteamérica es preservar sus cuatro firmas principales (Chevrolet, Cadillac, Pontiac y GMC), si sien reconoció que examina todos los elementos de su estrategia de marcas. En este sentido, calificó de "especulaciones" las informaciones sobre la posibilidad de que deje caer alguna de estas enseñas.
En la primera de las intervenciones ante los medios que Henderson llevará a cabo para dar cuenta de la situación del proceso de reestructuración, el ejecutivo anunció que General Motors ha recibido muestras de interés de seis inversores interesados en Opel, tanto del sector financiero como del industrial.