MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las grandes constructoras compiten por hacerse con el contrato de obras de ejecución de la primera fase de ampliación de la estación ferroviaria de Madrid-Atocha, un proyecto presupuestado en 173 millones de euros.
Los seis grandes grupos cotizados compiten por separado por estas obras, con la excepción de Acciona y Sacyr que lo hacen en consorcio, informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha recibido un total de diez ofertas de otras tantas empresas y consorcios para acometer la primera parte de la ampliación de la estación ferroviaria ubicada en el centro de la capital.
Además de las seis grandes cotizadas, también compiten por realizar estos trabajos el consorcio integrado por Azvi, Aldesa y Comsa; el grupo formado por Copasa, Begar y Copcisa; el compuesto por Copisa, Rubau y Constructora Hispánica, y el conformado por San José, Sando y Sánchez Domínguez.
El objetivo de las obras es adaptar las instalaciones de Atocha al futuro incremento de los servicios de Alta Velocidad y, en consecuencia, al aumento del volumen de usuarios.
La primera fase del proyecto, que contará con un plazo de ejecución de 21 meses, supondrá la construcción de una nueva terminal de llegadas de AVE, dado que Adif pretende aprovechar la ampliación para poner en marcha un nuevo modelo de explotación que consistirá en la separación de las áreas de salidas y llegadas, actualmente concentradas en un mismo punto, con el fin de optimizar el aprovechamiento de las instalaciones existentes.
Esta primera parte de las obras incluye también la conversión de cuatro andenes a ancho AVE (más estrechos que los del ferrocarril convencional), que se sumarán a los once de estas características con que ya cuenta la estación.
El proyecto global de ampliación de Atocha, diseñado por Rafael Moneo (quien ya asumió la primera remodelación de la estación en la década de los ochenta), que se ejecutará en distintas fases, supondrá una inversión total de 520 millones de euros.
Las obras permitirán aumentar la capacidad ferroviaria de Atocha de forma que en el horizonte de 2025 podrá acoger a un máximo de 36 millones de usuarios, 2,5 veces más que en la actualidad.
El proyecto redundará además en una mejora de la integración de la estación en la ciudad y en la calidad de los servicios prestados a los usuarios, entre ellos la intermodalidad con otros medios transporte como el metro, el autobús y el taxi y en la potenciación del transporte público en el entorno de la estación.