Destaca la eficacia en la gestión y la "amplia visión" de la nueva vicepresidenta económica para afrontar la recesión
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy que ha elegido a Elena Salgado como nueva vicepresidenta económica para "cambiar el ritmo" en la lucha contra la crisis económica que atraviesa la economía española.
Así lo puso de manifiesto Zapatero en la rueda de prensa en la que anunció el nuevo Gobierno, donde aseguró que la lucha contra crisis será la "máxima prioridad" del nuevo Gobierno, y donde reconoció, sin embargo, que el ajuste ha entrado en una "fase decisiva".
"El fondo del cambio responde a una misma idea, imprimir un cambio de ritmo en la lucha contra la crisis", señaló el jefe del Ejecutivo, tras asegurar que otra de las prioridades será la de preparar el futuro del nuevo modelo económico del que debe dotarse la economía española en el futuro. "Estamos obligados a preparar con más fuerza este momento", añadió.
Explicó que la figura de Salgado en la Vicepresidencia Segunda responde a dos razones: la eficacia en la gestión y la amplia visión de la hasta ahora titular de la cartera de Administraciones Públicas. "Ha sido ministra desde que obtuve la confianza en el Parlamento y en todos los gobiernos y en todas las tareas he visto una extraordinaria eficacia en gestión", indicó.
Además, consideró que Salgado tiene una visión muy "amplia" por la responsabilidad que ha tenido a lo largo de las dos últimas legislaturas, así como por su propia formación. "Por ello entiendo que es la persona adecuada, muy adecuada y que va a demostrar esa extraordinaria capacidad de gestión", indicó.
En este sentido, explicó que Salgado conoce "muy bien" la Administración, algo que consideró positivo para afrontar este periodo ya que, a su parecer, en tiempos de crisis es "especialmente determinante" planificar la respuesta para que las medidas anticrisis sean "eficaces" y se lleven a la práctica con la "máxima celeridad".
Zapatero reconoció que la crisis está atravesando un momento "agudo" que está ocasionando, sobre todo, una gran pérdida de empleo. "Aquí todos estamos para sudar la camiseta al máximo, para entender y soportar las exigencias de la sociedad, las inquietudes y la preocupación de los ciudadanos que nos han dado su confianza y de todos los ciudadanos en general. Hay que trabajar duro, más que nunca", subrayó.
A su parecer, la crisis es una manifestación del cambio global que vive el mundo y, como todo proceso de cambio, ofrece grandes oportunidades y obliga a lograr un nuevo modelo que represente el camino para garantizar el bienestar a las futuras generaciones. "Hay que enfrentar el problema y aprovechar las oportunidades", señaló el presidente, tras asegurar que este es el espíritu con el que el nuevo Gobierno afronta la nueva etapa.
LOS OBJETIVOS DEL NUEVO GOBIERNO.
Así, aseguró que los objetivos serán anticipar la recuperación económica y, sobre todo, del empleo, fortalecer la cohesión social y territorial y abordar todas las reformas que demanda esta etapa. "Esa será la guía que marcará nuestra acción para lo que resta de Legislatura", subrayó, tras considerar que el nuevo Gobierno cuenta con un equipo "fuerte" para conseguirlo.
El jefe del Ejecutivo explicó que, hasta ahora, el Gobierno ha intentado combatir y frenar una "gravísima recesión" que ha tenido consecuencias "bastantes imprevisibles" para la economía mundial y la española, y que ahora ha llegado el momento de salir "con toda la fuerza y la energía posible" y vencer el ajuste de una forma "definitiva" para recuperar así el ritmo económico con unas bases "más sólidas".
En este sentido, explicó que el cambio de Gobierno está ligado a la convicción de que la evolución del contexto político y de la situación económica demandaban este cambio de ritmo en la política económica para afrontar con un "nuevo impulso" y con "mayor fortaleza" la etapa que se iniciará más adelante, sobre todo, en el primer semestre de 2010 con la presidencia española de la Unión Europea.
Preguntado por la continuidad de los actuales secretarios de Estado del Ministerio de Economía, David Vegara y Carlos Ocaña, Zapatero se limitó a decir que esa decisión corresponderá a la nueva titular de la cartera que es a la que, desde ahora, corresponde ese ámbito de responsabilidad.
UNA DIRECCION INTEGRAL PARA LA POLITICA ECONOMICA.
"Hay que luchar contra la crisis que tenemos encima y a la vez preparar las estructuras del país para la etapa que se abrirá cuando la fase aguda de la crisis empiece a ceder", indicó Zapatero, tras recordar que la misión de Salgado será la de desarrollar la dirección integral de la política económica teniendo en cuenta todos los elementos que formarán parte del nuevo modelo productivo, contando con grandes dosis de iniciativa, capacidad de diálogo y coordinación.
"Para ser efectivos necesitamos asegurarnos de que todos los recursos públicos funcionan al máximo rendimiento y en la misma dirección", indicó, tras insistir en la necesidad de que todas las instituciones y las administraciones públicas se incorporen "de lleno" en la lucha contra la crisis para poder "sumar y coordinar esfuerzos".
En este sentido, Zapatero recordó que cada Administración tiene sus propias competencias, pero que los problemas "son de todos", por lo consideró fundamental el diálogo social y territorial en el futuro. "Fortalecer el diálogo territorial, conseguir una mayor implicación y coordinación de las CC.AA. en la lucha contra la crisis, todo va en esta dirección", señaló el presidente, quien aseguró que el Ejecutivo, más que buscar un pacto concreto, quiere un pacto permanente en materia social y territorial, así como el "máximo nivel de entendimiento" en las reformas que se acuerden en el ámbito parlamentario.
EL G-20, UN GRAN PASO ADELANTE.
Finalmente, Zapatero recordó que todos los gobiernos han tomado decisiones de transcendencia para combatir los efectos de la crisis, y que España es uno de los cuatro países que ha destinado más del 2% del PIB para hacer frente al ajuste, al tiempo que ha hecho valer la solidez de su sistema financiero y el control y la regulación del Banco de España.
En esta misma línea, el jefe del Ejecutivo recordó que todos los gobiernos han asumido ya la gravedad de la situación y que han decidido compartir las políticas anticrisis tal y como se puso de manifiesto en la última reunión del G-20, que se celebró en Londres la pasada semana. "Ha sido un gran paso adelante", señaló.
A su juicio, el encuentro ha marcado un "punto de inflexión" en la respuesta mundial a la crisis, tras acordar una "importantísima aportación" para estabilizar y recuperar el sistema financiero mundial a corto plazo y establecer las bases del futuro asegurando que las causas que provocaron esta crisis no vuelvan a reproducirse. "Se han sentado las bases de un nuevo orden económico internacional, un mandato con nuevos desafíos y compromisos que obliga a ocupar el presente y nos convoca a prepararnos para el futuro", concluyó.